Menea el cucu
Entrevistas / Make The Girl Dance

Menea el cucu

J. Batahola — 02-01-2012
Fotografía — Archivo

Habrá quién piense que Make The Girl Dance nunca hubiesen conseguido nada de no ser por el provocador clip que les dio a conocer, pero escuchando "Everything Is Gonna Be OK In The End" uno tiene claro que, sin él, también estaríamos hablando de ellos.

Dando vueltas por la habitación de su hotel a media tarde, antes de actuar en Madrid, Pierre Mathieu y Greg Kozo explican lo complicado que es a veces no quedarse dormido si empiezas a pinchar a las tres de la mañana, y lo poco que le importa a tu hijo que vuelvas cansado después de haber actuado en tres países diferentes a lo largo de un fin de semana. Cosas así fueron las que tenían en mente cuando grabaron el videoclip de “Kill Me”. ¿Qué harías si sólo te quedaran ocho días de vida?¿Gastarías todo tu dinero para disfrutar de la vida por última vez? La fama de provocadores no sólo tiene que ver con el vídeo de “Baby, Baby, Baby”, en el que varias chicas paseaban desnudas por la calle ante la incrédula mirada de los viandantes. Se la han ganado en los clubes de medio mundo dando conciertos en los que el público se vuelve loco. Ése es el objetivo: hacer que las chicas bailen. A lo largo de generaciones, esto es un axioma irrefutable. Si ellas bailan, todo funciona en una fiesta. (Pierre) “Lo único que nos interesa cuando nos subimos a un escenario es establecer un tipo de comunicación con el público, así que empezamos muy fuerte. Si esto funciona, nos volvemos más y más salvajes. Nosotros no somos el tipo de Dj que se queda parado como si estuviera concentrado en hacer algo muy interesante. Estás allí para que la gente baile, así que de alguna manera tienes que transmitirlo. Saltamos, usamos el micrófono y actuamos como una banda. Es una fiesta y eso es lo que la gente espera de nosotros”. A lo largo de la concentración, desmontan con tranquilidad muchos de los tópicos de las más o menos pequeñas estrellas de la electrónica. Hablan sin problemas sobre drogas, lo difícil que les resulta hacer remixes de otros artistas y el absurdo de intelectualizar la música de baile. (Pierre) “Entiendo que haya gente que pueda plantearse que la electrónica no tiene ‘alma’, de hecho no creo que la tenga, al menos no tanto como la puede tener el folk, por poner un ejemplo, que es algo más artístico. Para mí, la electrónica tiene que ser algo divertido. No es emocional, sino todo lo contrario. Es bastante más animal que intelectual. ¡Se trata de bailar! He escuchado a muchos músicos tratando de intelectualizarla, y muy a menudo fracasan. La única manera de disfrutarla es dejarte llevar por ella y sentirla, no tiene que hacerte pensar”. “Everything Is Gonna Be OK In The End”, su álbum debut publicado por Roy Music, no es un trabajo escueto. En quince temas, con muchas colaboraciones en las voces, dan rienda suelta a una faceta más calmada. El electro pop convive (a veces –pocas- de manera un poco brusca) con los beats sin freno. Las canciones con gancho, pegadizas como ellas solas, siguen siendo la marca de la casa. Cada uno de ellos viene de un sitio diferente. Mientras que Pierre se ha labrado una buena reputación como DJ, Greg es el que acerca al dúo de productores a los instrumentos reales. De ahí viene, explican, esos ramalazos pop del disco. (Greg) “Yo nunca he pinchado, y creo que es algo que se nota en la música que hacemos. Empecé a tocar cuando tenía quince años, mi abuelo era batería en un grupo de jazz, y casi me ví obligado a tocar la guitarra aunque me gustaban más el bajo y el contrabajo, que al final fue lo que terminé estudiando. A los diecinueve comencé a trabajar con cajas de ritmos, porque escuchaba cosas como The Cinematic Orchestra. Me parece que es importante para nosotros a la hora de presentarnos en directo, porque cada uno tiene su especialidad. Pierre está en la mesa de mezclas y yo en el ordenador y los samplers. En el estudio trabajamos muy despacio. Ya es bastante complicado cuando tienes dos opiniones, y no quiero ni pensar cómo sería si fuéramos un grupo. Yo toco líneas de bajo hasta que tenemos un riff y hasta que no estamos convencido con él, no empezamos. Me gusta la música complicada, después Pierre se encarga de simplificarla”. Las mezclas han corrido a cargo de Antoine Gaillet y Vicarious Bliss, que han sabido encontrar el punto medio entre la potencia del beat ‘gordo’ y los temas más melódicos. Los remixes vendrán ahora que el disco está en las tiendas. Ellos, por su parte, no están por la labor de remezclar demasiado el trabajo de otros. (Pierre) “Conocemos a gente con mucho talento, pero queremos que todos nuestros remixes estén hechos por amigos. Me parece que hay demasiados músicos que dicen que remezclan, y la verdad es que no me parece algo fácil. Cuando nos hacen uno, suelen pedirnos que lo hagamos nosotros con sus canciones. Somos muy lentos y sinceramente, tampoco somos demasiado buenos en ello. Al principio tratábamos de recrear la canción original hasta que nos dimos cuenta de que era un error. La realidad es que aunque el remix sea malo, accedes a una audiencia mayor, así que creo que es conveniente hacerlos pero prefiero dejarlo para los que saben hacerlo, que son muchos”.

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