“Lo fácil era mostrar una mala imagen de mí mismo”
Entrevistas / The 1975

“Lo fácil era mostrar una mala imagen de mí mismo”

Álex Jerez — 11-10-2022
Fotografía — Archivo

Coronado como un auténtico rey medieval, y apoyado por un séquito de emociones, veíamos a Matty Healy liderar las primeras imágenes que nos mostraban de “Being Funny In A Foreign Language” (Dirty Hit/MAU, 22). En ellas, había desprendido por completo su obsesión por el mundo digital y parecía presentar un nuevo renacer decorado con arte y literatura. Él mismo nos lo cuenta en persona vía telemática.

Sin lugar a duda, The 1975 se han convertido en una de las bandas más importantes e influyentes de los últimos diez años. Tras la salida de su anterior largo, “Notes On A Conditional Form(20), Matty anunciaba a voces que el fin del grupo podría estar cerca. Y bueno, aunque no hayan cumplido con tal premonición, en parte sí que tenía razón. Ese disco supuso la clausura de una era, de una forma de vivir la música, y de muchas otras cosas. Un carpetazo a la locura y el periodo artístico de adolescencia del líder de un grupo que ahora busca conectar con el mundo real alcanzando su madurez creativa siendo lo más fiel y sincero posible.

Hablamos con Matty por Zoom desde Londres en una semana llena de turbulencias por todo el proceso que acompaña el funeral de Isabel II. Educado, comprometido y lleno de ilusión la estrella se desplaza por su hogar de piedra y paredes blancas, con el móvil en la mano como si hablara con un viejo conocido o familiar, para acabar sentado en la cama de su cuarto vestido también completamente de blanco y generar un ambiente cálido y cercano.

"Voy a preparar una taza de té mientras comenzamos a hablar".

En todos nuestros discos intento averiguar quién soy, qué es lo que dice ese disco sobre mí.

Genial, cuéntame Matty qué representa este álbum para ti como creador y artista.
Es una pregunta difícil y nos la hicimos en su momento cuando empezamos a crearlo. Pensamos mucho en ello, pero la verdad es que simplemente hacemos lo que realmente nos gusta. Oye, ¿está mi video encendido?

No, no lo está, pero no pasa nada.
Lo siento, ya estoy por aquí. Pues eso, después de sacar nuestro último álbum miramos hacia atrás para pensar en todo lo que habíamos realizado y nos dimos cuenta de que lo que habíamos estado haciendo era intentar crecer como banda y llegar lo más lejos posible. Sin embargo, mi teoría es que las bandas murieron con los Arctic Monkeys. Bueno, podemos hablar también de Tame Impala, pero lo que quiero decir es que no había muchas bandas grandes con líderes guitarreros dispuestas a cambiar el mundo. Tuvimos a The Libertines, a los Arctic Monkeys, y luego ya la música negra tomó el relevo de la mano de artistas solistas femeninas y masculinos. Así que, volviendo a tu pregunta inicial, creo este año nos hemos dado cuenta de que hemos estado dentro en una banda durante veinte años. Lo que claramente nos convierte en una de las formaciones más longevas del mundo. Así que estábamos en plan: “Bueno, ¿entonces qué somos?”. Ni siquiera se puede decir lo que somos a través de estos cuatro álbumes, porque en realidad vivimos en constante cambio. Pero, sí que hay como un núcleo duro, hay un corazón, algo en The 1975 que la gente ama. ¿Y qué es eso que adora la gente? Pues bueno, una vez que logramos despojarmos de todo nuestro ego, y dejamos apartado el imaginario que ha construido el grupo, la verdad es que nos quedan las canciones y melodías. Eso es lo que la gente realmente quiere. Por eso Adele es la mayor estrella del mundo, porque te regala una gran historia con una gran melodía y va directa a generar emociones. Así que nos dijimos: "Vamos a centrarnos en eso". En lugar de veintidós pistas, de disparar a todas partes, vamos a sacar once canciones y a entrar en una habitación para no salir de ella hasta que todo esté terminado. Con esto me refiero a no permitirnos ir de repente a alquilar un ordena o comprar un nuevo sinte. La idea fue usar todos los instrumentos que teníamos en esa sala y grabarlo en cuatro semanas. Queríamos marcar la diferencia a la hora de trabajar en este álbum ya que ahora cualquier chaval de diecisiete años puede pillarse un portátil y hacer música. Pero, lo que sí que no puede es colarse en una habitación con una banda con la que lleva veinte años y saber lo que se siente al crear canciones con ellos.

Así que es un nuevo comienzo.
Es un nuevo comienzo sí, pero también es como volver al principio de todo. Esto pasa mucho con los fans y a mí me parece muy divertido. Nos piden todo el rato que volvamos a nuestro sonido original, a como sonaba nuestro primer álbum y nuestro segundo álbum. Pero ya te digo que si lo hubiéramos hecho ya nos habrían dicho que qué pereza o que nuestras canciones suenan todas igual. Así que creo que con este disco la gente va a saciar esa necesidad porque hemos creado como una especie de imitación de nosotros mismos. Es como si fuéramos a una fiesta de Halloween disfrazados de The 1975, ¿qué aspecto tendríamos? ¿Cómo sonaríamos? Pues a ese tipo de imitación me refiero.

Siempre habéis conectado con el público joven de una manera increíble. ¿Qué crees que les aporta este nuevo disco más allá de la conexión con vuestros primeros discos como comentas?
Esa es una buena pregunta. La verdad es que no pienso en ello porque si lo hiciera empezaría a pensar en TikTok, a hacer las cosas más cortas y a decirme, por ejemplo, que como una persona joven no va a conocer probablemente a Lou Reed pues no debería hablar de él. En vez de eso, lo que sí que pienso es en que mi edad [Matty tiene treinta y tres años] es la mejor de todas ¿sabes? He crecido amando la cultura y siendo un apasionado de ella rodeado de gente que hacía verdadero arte. Ahora, sin embargo, en los últimos diez años, quince años, todo cambió a un consumo mucho más juvenil con figuras como Justin Bieber o Ariana Grande. ¿Sabes lo que quiero decir?
Por otro lado, honestamente, no sé lo sexy que puedes ser a los veintidós, veintitrés o veinticuatro años. Pero, este disco, que saco pasada la treintena, es mucho más sexy que un montón de cosas que se están lanzando ahora mismo. Y con ser sexy me refiero también a tener confianza en ti mismo, tomar las decisiones correctas. Creo que este disco trata un poco de eso. Aunque, la verdad, aún no lo he conseguido averiguar del todo. En todos nuestros discos intento averiguar quién soy, qué es lo que dice ese disco sobre mí. En los dos últimos no paro de hacerme preguntas en plan: ¿Está bien que no haya descubierto esto? ¿Estoy entendiendo algo mal? Y creo que con este disco asumo que lo que pasa simplemente es que la vida es complicada.

Hablemos del sonido del nuevo álbum. Encontramos ese lado jazzístico que es más familiar para el público, hay folk rock y una esencia ochentera mucho más marcada en algunos temas.
Creo que como es un disco corto, hay muchos momentos memorables. Lo más interesante de este disco es que gran parte de nuestra música está fuertemente inspirada por la música negra o por los artistas blancos de los años setenta y los años ochenta que estaban haciendo música negra. Sin embargo, este disco no está tan inspirado en la música negra y sigue siendo un disco muy rítmico. La razón de que sea tan rítmico es que yo soy baterista y George es baterista. Yo tuve que aprender a tocar la guitarra y tuve que aprender todas estas cosas que ahora hago. Así que siendo los dos principales compositores bateristas, la forma en que nos comunicamos es básicamente haciendo él el ritmo físico, yo el ritmo vocal y luego resolvemos todo lo demás. Obviamente, el ritmo es el origen de la música negra, así que está de forma inherente. Pero, este disco debido a que gran parte de él está compuesto a través de mi guitarra y cosas por el estilo. Decidimos inclinarnos hacia un lado más indie folk, UK garage… Es complicado decirte un nombre que haya inspirado este disco, pero si tuviera que decirte alguien creo que sería Paul Simon.

"Lo que es el amor y la forma en que amas cambia mucho a medida que creces, ¿sabes?"

Y creo que es un álbum súper físico y orgánico en contraposición a la parte digital que tanto obsesionaba al grupo.
Exactamente, es eso exactamente. La diferencia es que con “Notes On A Conditional Form” era como ir al cine IMAX y ver “Transformers” donde en cualquier momento puedes ir al baño. Sin embargo, “Being Funny In A Foreign Language” es como ir al teatro con unas doscientos personas donde estás sentado y es tan íntimo que piensas todo el rato: ¿Puedo ir al baño ahora mismo o me espero para no interrumpir al artista? Ese es el nivel de intimidad que queríamos conseguir. Este disco es una especie de vernos hacer lo que hacemos en lugar de ser interpretado. En él no estoy realmente actuando mucho, por eso intentamos evitar todas las fotos promocionales en las que salíamos mirando a cámara. Esta vez queríamos mirarnos a nosotros mismos, reírnos, que todo fuera más real.

Hablando de toda la parte visual del álbum, realmente me parece impresionante. Me enamoré desde el primer momento del videoclip de “Part Of The Band”.
Ese vídeo fue interesante porque hacía tiempo que no grabábamos un vídeo y muchas veces no soy capaz de concentrar todas mis ideas en ellos. Siempre escribo lo que quiero que pase en ellos, las ideas son mías, pero recurro a un buen director que sepa dirigirlo todo mucho mejor que yo. Fue realmente difícil captar el concepto de “Part Of The Band” porque es como un sueño, un viaje al pasado para hablar del presente, de mi historia. Todo se estaba volviendo muy enrevesado y de repente recordé lo alucinantes que eran las fotografías de Sam y cómo contaban por sí solas una historia. Así que le dije que las letras deberían ser la propia narrativa del vídeo, que construyéramos una secuencia de sueños, que pensáramos en cosas hermosas. Fue entonces cuando nos vino a la cabeza la imagen de los sacerdotes, la mía con un perro junto al mar, todas esas secuencias con un poder muy evocador.
Y luego hicimos el vídeo de “Happiness”, que fue algo similar, donde sólo quería fotografías en movimiento. Sin embargo, cuando llegamos a “I'm In Love With You” descubrimos que ahí sí había una historia que contar y lo mismo nos pasó con “Oh Caroline”.

La verdad que es un disco que me ha transmitido una gran soledad. Como si vivieras en un presente que no terminas de comprender.
En discos anteriores estaba el mensaje de que quería sacar las cosas adelante, aunque me diera miedo. Y creo que en este álbum reflejo más bien que no estoy seguro de que todo pueda salir como me gustaría. Me muestro cansado y con necesidad de un cambio. Creo que estoy todo el rato intentando definir, articular el presente, y eso es un problema del siglo XXI que no se soluciona tan fácil. Si piensas en los noventa te viene una cantidad enorme de películas o programas de televisión en los que se decía que eran los noventas. Si piensas en los sesenta vas directo al rock and roll y los hippies; los setenta con la música disco y el punk… Además, siempre puedes nombrar a figuras culturales icónicas de cada época porque hace veinte años, si eras famoso en 1985 y famoso en 1995, te convertías en la mayor estrella del mundo. Pero ahora es como si la cultura ya no avanzara y todas aquellas personas siguieran siendo las más populares.

"Creo que he sido muy radical emocionalmente y he intentado hacer las menos bromas sobre eso posibles"

Sí, absolutamente. Creo que vivimos en un mundo que fomenta únicamente el consumo continuo. El usar y tirar.
Sí, sí, exactamente. Un consumo excesivo que detiene tu imaginación a través de los teléfonos móviles y el mirar constantemente lo que ocurre. La única manera de crear algo nuevo es imaginar algo nuevo. Así que una de las razones por las que ocurrieron tantas cosas nuevas en los sesenta es porque la gente estaba aburrida y no tenía la enciclopedia de historia delante de ellos para decir “oh, grunge”. Ahora lo primero que hacen es mirar en Internet donde está todo. Tienen todo lo que está sucediendo ahora, todo lo que sucedió en el pasado. Lo único que no tienen es el futuro, por eso estamos constantemente mirando y queriendo un nuevo futuro que nunca va a suceder.

Esa es la razón por la que me encanta todo lo que habéis construido con este disco. Cómo habéis cuidado cada detalle. Cómo cada pieza audiovisual no es solo un clip para poner de fondo y escuchar el tema. Es más bien un contenido que enriquece. Y hablando de contenido, el amor es de nuevo uno de los temas principales del álbum. Pero en esta ocasión siento que aparece un amor un poco más maduro y no tan adolescente.
Lo que es el amor y la forma en que amas cambia mucho a medida que creces, ¿sabes? Quiero decir, siempre he hablado de eso. Todo mi trabajo habla sobre cómo nos comunicamos entre nosotros en el mundo moderno, es decir, cómo nos comunicamos con Internet. ¿Cómo funciona el amor en Internet? ¿Cómo se ve todo?

¿Cómo de desconectados estamos con el mundo real?
Exactamente, y lo conectados que nos sentimos con lo desconectados que estamos. Y como dijiste antes, consumir, consumir, consumir todo el tiempo. Yo he sido uno de los principales escritores sobre el consumo. Y uno de los consumos de los que realmente he hablado es el del amor, no sólo del amor romántico, el amor por las sustancias, el amor por la cultura, el amor por todo. Hasta ahora, toda mi carrera ocurrió en mi veintena y vivía contaminado por ese nihilismo propio de “El club de la lucha” en el que crees que eres bastante sexy, genial, evitas ser sincero, Te gusta ser irónico, cabrón… En lugar de ser agradable. Cuando empiezas a crecer, te das cuenta de que todo ese nihilismo está bien para los veinte años, pero la vida te va a mostrar una versión del amor mucho menos sexy llena de responsabilidad y tal vez unidad familiar. Ya sabes, todas estas ideas que no se celebran en el mundo postmoderno sexy. Fue un poco más radical para mí hacer ese click ya que lo fácil era seguir hablando en plan: “Oh estoy enfermo, soy adicto a las drogas y me meo en los pantalones”. Lo fácil era mostrar una mala imagen de mí mismo, porque soy mi mayor crítico y me gusta serlo. Así que lo que era más difícil para mí es buscar conceptos en plan “dime que me quieres, eso es todo lo que necesito oír”. Ahí me arriesgo a ser sensible, blando, ingenuo y eso asusta a los hombres heteros. Así que creo que he sido muy radical emocionalmente y he intentado hacer las menos bromas sobre eso posibles.

Sí, pero al final es lo que dices. Reflejas una vulnerabilidad, pero con sentido del humor. Es como si abrieras tu corazón, pero a tu estilo y como sabes hacerlo.
Exactamente. Exactamente.

Para la producción cuentas con Jack Antonoff. ¿Qué ha aportado él al sonido de la banda desde tu punto de vista?
Nos ayudó a darnos cuenta de que puedo hacer cosas muy complicadas de una forma rapidísima. Es un TOC que comparto con George. Jack se convirtió en uno de nuestros mejores amigos y se hacen pocos amigos de verdad a nuestra edad. Nos respetábamos mucho el uno al otro. Además, Jack suele escribir también en los discos que produce, pero con el nuestro ya teníamos un noventa y cinco por ciento hecho así que fue diferente. En mi opinión, creo que es un papel mucho más difícil porque no te da tanta libertad. Nos ayudó a ver que era fácil hacer realidad nuestras ideas y que sólo necesitábamos no complicar las cosas. Porque nosotros somos los reyes de hacer todo muy difícil y él es el rey de hacerlo simple. Así que nos reunimos y él nos mostró un poco que todas nuestras ideas eran totalmente posibles. Además, nosotros somos británicos y somos pesimistas. Necesitábamos ese optimismo americano para darnos un impulso.

He leído que los directos van a ser muy íntimos. ¿Qué tienes en mente?
Creo que se ha malinterpretado que van a ser lo más íntimos posible de cara al tamaño de los espectáculos que vamos a dar, porque seguiremos tocando en el Madison Square Garden y cosas así. Así que no es como si estuviéramos haciendo teatros de doscientas personas. The 1975 en vivo se ha convertido en una cosa visual muy, muy reconocible. Y ahora también he empezado a verlo en muchas otras bandas, cosas de la vida. Nuestro show en directo no ha parado de crecer. Los álbumes se han ido afinando, pero el espectáculo se ha construido sobre sí mismo. Ha sido el mismo espectáculo, pero cada vez más grande. Así que en los próximos conciertos, como comenté en una de las preguntas previas, la diferencia estará entre apostar por la película IMAX o el teatro. El último espectáculo fue como una película IMAX, y yo estaba en la parte delantera del escenario. Yo estaba como, hey vamos a cambiar este puto mundo hermano. Y este espectáculo no será así.

 

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.