LICENCIA PARA SAMPLEAR
Entrevistas / Broadcast

LICENCIA PARA SAMPLEAR

Sergi Costa — 07-03-2000
Fotografía — Archivo

No sorprende que en un sello como Warp, entre tanta electrónica minimal, intelligent techno y emociones digitales también tengan espacio para el mimo de bandas como BROADCAST, donde lo digital se mezcla con lo analógico y el sentido de búsqueda de lo desconocido guía cada uno de sus pasos. Allá donde la acción de crear, cortar y procesar parece ser la panacea, sólo pocos logran su propia identidad. Broadcast no tardaron en mostrarlo con su debut... y claro, tres años más tarde nadie va a dudar de la validez de «The Noise Made By People» como nueva prueba.

Es harto difícil pensar que una banda de Warp, sello de Sheffield sinónimo de vanguardia, te deje ese regusto del pasado que tan bien consiguen las canciones de Saint Etienne. Sólo algo, porque después pasas página y te das cuenta que la canción siguiente te sitúa en el futuro aportando esa sensación de vacío que tiene la música industrial o, en ciertas ocasiones, la experimental. ¿Existe pues dicotomía en la música de Broadcast? ¿Es su nuevo álbum, «The Noise Made By People» (Warp/K-Industria Cultural, 00) sustancialmente diferente a ese recopilatorio de canciones de diverso origen (Wurtlitzer Jukebox Records, Duophonic...) que representó su debut «Work And Non Work» (97) y primera referencia para Warp? En la línea telefónica, Roj Stevens, responsable de los teclados, tratará de desvelarnos el intríngulis de una banda con un sonido de por sí cercano al misterio. «La forma de componer es intentando integrar los elementos en un todo, algo que requiere mucha atención durante la fase creativa». No puedo negar mi dificultad por entenderle, porque supongo que este método es similar al que usan la mayoría de las bandas, pero el resultado al que llegan los de Birmingham se me antoja fuera de cualquier patronaje. Sin embargo, debe referirse a la adecuada unión entre los componentes analógicos y digitales que, aparte de ser sus fuentes, producen en su música ese aire desconcertante. «En este disco usamos más variedad de teclados, sin embargo todo fue grabado y procesado en ordenador. De hecho, dejaron de ser instrumentos propiamente dichos al pasar por la máquina». Le sugiero el porqué de su costumbre de alternar, casi mecánicamente, un instrumental experimental y una canción más pop, más melódica y, en cierto caso, más deudora de la psicodelia de los sesenta en la presentación de los temas. ¿Es quizás una estrategia para no saturar al oyente con tanto sonido abstracto y hacer sus discos más llevaderos? «La verdad es que en el caso del «Work And Non Work» no hubo ninguna intención ya que los temas se tomaron aisladamente y se compilaron no siendo propiamente un álbum, pero en el presente sí que hubo planificación ya que el nuevo disco es el trabajo de todo un año, y durante este tiempo todo llega a quedar sujeto». De hecho, el proceso de creación del nuevo álbum ya se inició en 1997 en un tortuoso camino que derivó con el despido de varios productores, los consejos técnicos del también warpiano Squarepusher y la instalación de su propio estudio, The Custard Factory en Birmingham.

Una de las grandes virtudes pop de Broadcast es esa relación romántica entre la cadencia vocal subliminalmente pegadiza de Trish Keenan –aunque no al nivel entusiasta de Sarah Crackwell- y ese tempo melódico creado por los teclados demodé y los samplers que graba Roj. Le sugiero a mi interlocutor si la música de Broadcast debiera abrirse a nuevos oídos, aquellos más reacios al lado abstracto de su música. «Aunque en nuestros inicios intentamos escribir canciones más pop, en este disco se trataba de hacer un paso más allá. De todas formas, si escuchas el avance, «Extended Play Ep», encontrarás más esa dirección pop a la que te refieres». Puedo corraborar que así es, e incluso, nos encontramos a Trish en «Dave´s Dream» haciendo gorgoritos corales a lo Elisabeth Frazer de Cocteau Twins. «Aunque nunca lo haya escuchado antes, me gusta que definas parte de nuestro repertorio como planet music; aparte, creo que la música no debiera referirse permanentemente a una localización concreta, sino a un medio donde evadirse». Comento que parte de esos temas («Minus One», «Echo´s Answer») parecen más fríos y, en cierto modo, carentes de emoción –disiente con mis últimas palabras-, pero siempre interesantes por contener nuevos sonidos, que hacen que sus discos te sorprendan a cada escucha. «De hecho la creación de nuevos sonidos es uno de los objetivos de la banda». Para ir a la raíz de la creación de nuevos sonidos a base del ruido o al uso del sampler como tarjeta de presentación, aparte de bandas actuales como Boards Of Canada, Aphex Twin o ellos mismos, habría que escarbar muchos años atrás: la música concreta nacida en 1945. Ahí vamos... el sampler como elemento base de la música experimental y, en breve, de la música pop. «El sampler lo acabará invadiendo todo. Es jugar con la idea de que la tecnología logre reflejar fielmente tu forma de ver la música». Pues avisados estamos.

«The Noise Made By People» está publicado por Warp/K-Industria Cultural.

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