"Siento que esto acaba de empezar en muchos sentidos”
Entrevistas / Kyne

"Siento que esto acaba de empezar en muchos sentidos”

Elena López — 29-01-2021
Fotografía — Santi Otálora

La barcelonesa KYNE lleva formando parte de la escena musical nacional desde 2016. Con una voz inconfundible, polivalencia a la hora de enfrentarse a diversos estilos y una habilidad especial para las armonías, la artista ha hecho de 2020 uno de los años más prósperos de su carrera y se enfrenta con ambición a todo lo que está por venir.

A continuación, estrenamos “El Final”: su nuevo single marcado por la delicadeza y la sensibilidad que descubre al público una nueva faceta sonora de la carrera de la cantante. Sin duda, es una muestra de la evolución artística de KYNE y de la potencia con la nos quiere conquistar, sin dejar de lado su estilo personal.

Primero de todo, felicidades por los últimos lanzamientos porque han tenido mucho éxito. ¿En qué punto de tu carrera te encuentras?
Pues en un renacimiento, uno de tantos de los que se sufren en una carrera así. Estoy en un punto de redescubrimiento y de motivación suprema. Hay fases que son más de búsqueda y otras que son de expansión, y me encuentro en un momento de curro y sensatez en el que cada vez tengo más claro lo que quiero.

¿Crees que has evolucionado respecto a la KYNE de 2016 o 2018 con sus primeros temas?
Sobre todo, a nivel más interno. Lo siento como algo dentro de mí muy personal, que quizás no reconoce todo el mundo, pero sí creo que se emana. Tanto por la ubicación en al que me encuentro respecto a la carrera que he escogido, como porque me siento muy en sintonía con lo que estoy haciendo.

Mis primeros temas están en “Collapse” (2020) por el momento que pertenecen, más que por el estilo. Hay canciones de allí que para mí son siempre, como “Girl, That’s What U Thought” que me parece un temazo.

¿A qué le das más importancia ahora respecto al principio?
Le doy más importancia al lugar desde el que creo y la pretensión con la que creo. Es decir, cuanto más cerca estás del núcleo de por qué haces las cosas, más consigues satisfacerte a ti mismo y a los demás. Y cuanto más te fijas en lo que conviene o lo que debes hacer por encima de lo que te place hacer, es cuando se desdibujan las líneas.

¿Qué crees que ha cambiado en ese sentido?
Se trata básicamente de eso, la intención desde la cual estoy creando: desde el más puro apetecerme por encima de si sale o no o si gusta o no. Hay unas necesidades comerciales que tampoco hay que ignorar. Sin embargo, parece que sea lo primero a lo que haya que hacerle caso, y yo como más conecto con esto es –precisamente– cuanto menos caso le hago. Al fin y al cabo, todo se puede perfilar para que sea válido en la industria, pero desde el amor puro hacia lo que haces.

“Cuando me operé las cuerdas vocales me pregunté: ¿quién eres si no eres cantante? Y me di cuenta de que soy muchas otras cosas”

Te consideras a ti misma una artista multidisciplinar desde el inicio. ¿Quieres que se te siga considerando como tal o prefieres centrarte más en la música de ahora en adelante?
La verdad que estoy constantemente abierta a lo que es el aprendizaje en general. Precisamente porque nutriéndome como me nutro de esto, el día de mañana no voy a cerrarme a una disciplina porque me gustó mucho en su día, si encuentro otra que pasa a encantarme. Incluso sin tener que abandonar la música, hay muchas disciplinas que me apasionan aparte de ser cantante. Considero que cualquier buen profesional no lo es solo de una disciplina, sino que por ende necesita saber de otros campos para aplicarlos. Cuando me operé las cuerdas vocales pregunté ¿quién eres si no eres cantante? Y me di cuenta de que soy muchas otras cosas.

¿Cómo has llevado que tus últimos lanzamientos hayan coincidido con la pandemia y con la imposibilidad de actuar y conectar con las personas que te escuchan?
La verdad es que he mantenido constante en mi trabajo a pesar de la situación. Lo he sentido como algo externo, a efectos prácticos en mi vida no han cambiado tanto las cosas. Al contrario, me ha permitido centrarme mucho más en la creación y en los streamings. Me he concentrado más en las partes positivas de que la gente tenga que estar en casa consumiendo canciones, que no en el hecho de no poder hacer un concierto. No es que me dé igual la pandemia, pero en relación a mi trabajo ha sido algo positivo, es algo que separo del contexto.

Tus letras siempre han sido personales, pero últimamente más en temas como “A.T.C.L”, “Best4me” o “Stripper”. ¿Quieres seguir esa línea compositiva de cara al futuro?
Empecé de una forma mucho más genérica y sin querer hablar de mí en las canciones. Al final he acabado incluyendo vivencias mías y utilizándolas de excusa para hablar de un tema genérico como hacía inicialmente, pero yendo a un ejemplo más concreto. La gente que me tiene cerca en su vida puede relacionar los tres temas que has mencionado con situaciones concretas y personas concretas. He pasado a tener un papel más de storyteller quizás, de buscar el costumbrismo a través de mis vivencias y no a través de reflexiones genéricas.

“Stripper es una canción que ya tiene más de dos años, se basó en muchas pruebas y mucho mimo, por eso ha tardado tanto en salir”

Hablemos de tus lanzamientos más recientes. He leído que llevas varios años trabajando en “Stripper”, ¿de dónde provino la idea?
Guau… “Stripper” es una canción que ya tiene más de dos años. En ese momento yo estaba reencontrándome en cómo hacer música –fue poco después de la operación, cuando me monté el mini-estudio en casa– y unos productores me mandaron unos beats que casualmente eran más traperos que otra cosa. Fue mi encuentro con el trap y con el mundo de la autosuficiencia.
“Stripper” se basó en muchas de pruebas y mucho mimo, porque en ese momento aún estaba en el punto en que te lo tomas todo con tanto cariño, que le dedicas mucho tiempo a cualquier pequeña cuestión. La forma de trabajar al principio también es más sucia que la que desarrollas más adelante, cosa que “Stripper” representa.

O sea que tiene un proceso de maduración muy diferente al que tienen otros de tus temas, ¿no?
Exacto. Nace de todo ese barullo, y por ello ha tardado tanto en salir. Yo le veía potencial y le he dado el tiempo necesario hasta que ha podido tener el videoclip y el trato vocal que merecía. Además, mi música en concreto es atemporal más allá del beat con el que se hace, y por ello no tengo ningún tipo de recelo en reciclar canciones o trabajarlas a largo plazo. En “Stripper” ha primado la decisión en torno a la canción que el sacarla “porque sí”. Es una canción que tiene no sé cuántas versiones previas, en distintos idiomas y fases… pero todas han favorecido que acabara donde tenía que acabar. Tiene mucha tralla detrás, es una composición compleja.

¿Al componer la canción pensabas en materializarla en un videoclip así?
Al igual que sucedió con la canción en sí, el videoclip de “Stripper” pasó también por varias propuestas. El tema iba a salir conmigo haciendo pole dance, de hecho, empecé a entrenar pole dance porque el videoclip iba a ser de striptease. Pasó por varios directores, no cuajó la idea y al final se ha dado lo que se tenía que dar. Pienso que macerar las cosas es muy positivo y esto es un ejemplo de ello.

¿Estás orgullosa del videoclip?
Mucho, es un videoclip que si yo consigo verlo como si no fuera mío, es impresionante como lo llego a disfrutar. Tampoco quiero darle más autobombo, pero me remito al hecho de tratar las cosas con cariño para que salgan en el mejor marco posible.

Te voy a ser muy sincera, por ejemplo, con “Goliat & David” para mí pasó un poco lo contrario. Apuntaba maneras, el concepto estaba muy bien, pero cojeó en cómo se acabó de desarrollar. Sí que es verdad que la grabamos e hicimos el videoclip prácticamente en 24 horas y en plena cuarentena, y por eso mismo es el ejemplo contrario a “Stripper”. “Goliat & David” está hecha con mi mentalidad antigua, movida por el “hay que sacar” y “Stripper” no.

¿Consideras “Stripper” una de tus canciones más íntimas como concepto artístico?
Íntima no, pero potente sí. Íntimas para mí son “A.T.C.L.” o “Goliat & David”, incluso. No porque “Stripper” aborde un tema más erótico es más íntima, para mí es mucho más superficial que otras. No la veo una canción que narre una parte de mí súper especial o bonita, sino que en ella vuelvo a un tema genérico que todos pueden entender y relacionarlo con alguna historia concreta.

¿Y “Goliat & David”, es una canción íntima porque se basa en una declaración de intenciones?
El tema narra un poco un papel con el que me he sentido identificada varias veces a lo largo de mi carrera en la industria, quería ensalzar la maña frente la fuerza. No va dirigido a nadie en concreto, pero sí tiene un target: la misma industria y quién se dé por aludido. Al final sería una versión profunda de narrar lo subida que va la peña en los backstages, el menosprecio entre artistas, las comidas de culo… Rajar de todo eso, pero de una forma más elegante y creativa.

En ese sentido, “Bst4Me” también es una declaración de intenciones, pero desde el punto de vista de la toxicidad en una relación de pareja. ¿Qué es para ti una relación tóxica?
Para mí una relación tóxica es una relación en la que no hay un equilibrio enérgico entre dos personas. Lo narro todo un poco desde el despecho y desde pequeñas cosas que me han pasado (como lo de “cada día ves mis stories, luego hablas de que no sabes de mí”). Al fin y al cabo “you can only be with me, if you do the best for me”, es decir, todo lo que no sea lo mejor con uno mismo está más cerca de ser una relación tóxica grosso modo. Quería representar la desigualdad dentro de la pareja como un recordatorio tanto para mí como para el otro. Así que “Bst4me” es un estamento propio, es la típica canción en la que le canto a un sujeto externo, pero también me canto a mí. Prevalece reafirmar lo que quiero por encima de lo que no quiero.

Últimamente la construcción de las relaciones está muy presente en el imaginario colectivo. ¿Crees que es relevante que las personas que te escuchan lo tengan en mente?
La verdad es que no surgió desde ese punto, mi pretensión en ese momento era poder hacer una canción en Berlín. Yo tenía entre ceja y ceja hacer el tema allí y en ese momento estaba viviendo esa movida en concreto, pero si me hubiera estado pasando otra cosa la canción hablaría de otra cosa. No lo hice pensando en que es un tema candente, pero sí en cómo representarlo. Me pareció divertido sacarlo de una forma desenfadada y dejar claro lo que no me interesa.

¿Podrías explicarnos el proceso creativo del single en Berlín?
Estaba con un amigo e hice una investigación muy fuerte de productores, pero para el tiempo que me iba a quedar en Berlín no era posible juntarme con ellos, así que nos tocó hacerlo por nuestra vía y espabilarnos. Mi amigo tenía un programa para grabar, encontramos un beat que nos moló y fue muy divertido poder narrarla con él, porque conocía la historia con el chico del que hablo en el tema. “Bst4Me” se acabó de macerar allí en Berlín y finalmente la acabé en Barcelona con Blackthoven. Fue todo muy fluido y muy espontáneo.

“Había ido a Madrid a trabajar y a emanar lo máximo. El resultado es el próximo tema que voy a sacar. “El Final” va a sorprender a todos igual que me ha sorprendido a mí el haberlo podido hacer”

Siguiendo con el tema de los viajes, sabemos que este octubre estuviste en Madrid. ¿Qué desarrollaste allí?
Tiempo atrás, hice la canción de entradilla de la serie “Les del Hoquei” y bajé con Asia Ortega –una amiga mía que actúa en la serie– a grabar la producción a Madrid. Allí conocí a Dollar Selmouni y a Lucas Otero en persona. Pasó el tiempo y Lucas estuvo insistiendo en que volviese a Madrid a trabajar. Al final fui en octubre, y planeé hacer una estancia artística con él en su estudio en Guadalajara. Luego apareció en la escena Aissa, y como había ido a trabajar y emanar lo máximo fuimos a tema por día. Lo hicimos todo juntos de cero y el resultado es el próximo tema que voy a sacar, “El Final”, así como muchos de los que saldrán el año que viene.

¿Qué más puedes adelantar de “El Final”?
Es un tema que va a sorprender a todos igual que me ha sorprendido a mí misma el haberlo podido hacer. Es una canción muy disfrutable en muchos sentidos. No deja de tener mi esencia, aunque se base en un cambio de paradigma potente.

Hace un tiempo me comentaste que te veías trabajando en un futuro en EEUU ya que te atraía más que el panorama español. ¿Sigues con esa idea en la cabeza?
Sí, lo que ya no con EEUU en concreto sino con el mundo. Me he dado cuenta que lo mejor de la faena que he escogido es que puedo hacerla donde me dé la gana y eso puede darme resultados muy diferentes. Después del último viaje que hice a Madrid me di cuenta de que no hacía falta irse a Miami para encontrar gente buena dispuesta a trabajar. Considero la expansión territorial por ir a trabajar a esos lugares para nutrirme y aprender de ello. Quiero ver otras formas de trabajar y poder tanto hacer aportaciones como que me las hagan a mí en cualquier sitio.

Para acabar, tengo entendido que los últimos lanzamientos son solo precedentes de un proyecto mucho más grande. ¿Qué tienes preparado para 2021?
Pienso que lo que viene este final de año y en 21 es una expansión, hay un cambio en las producciones y hacia dónde van dirigidas. Si se nota el cambio, va a ser por pequeños ajustes que permitirán que se vean partes de mí que hasta entonces no se han visto.Se abren campos nuevos respecto a lo que he hecho y está presente la idea de hacer un álbum, pero realmente estoy centrándome más en trabajar los temas de forma individual para que cojan una dimensión nueva.

“Lo que me encantaría conseguir es que no se me asigne a ningún género a la larga. Mi pretensión es la de ser una buena cantante, sin que mis canciones se definan más que por ser buena música”

La KYNE de “Indigo Child” dijo un día que el disco era “una pequeña muestra de lo que era KYNE, aunque faltaba mucho por saber”. ¿Cómo definirías lo que está por venir?
Si hasta ahora habéis visto un 10%, ahora viene otro 10%. Considero que hasta ahora se ha podido ver un porcentaje muy pequeñito de mí, siento que esto acaba de empezar en muchos sentidos. La música que he hecho hasta ahora cubre una parte muy bonita y amo que esté allí para que todos la vean, pero ahora mismo estoy visualizando mucho más todo lo que queda por hacer.

Y finalmente, ¿con qué sonido quieres que se te identifique?
Lo que me encantaría conseguir es que no se me asigne a ningún género a la larga. Me encantaría ser – siendo mega básica– como Rihanna, es decir, tener un temazo de dancehall, de house o de lo que sea y que lo reconozcas porque lo he hecho yo. Siempre voy a tirar por tendencia a la música negra (R&B, Góspel…) y todo lo que sea vocalmente enrevesado, pero si pretendo representar un género es de manera camaleónica y colándooosla a todos. Tampoco soy una tía que me guste todo, no tengo pensado hacer hard rock el año que viene, pero ahora mismo se cuál es mi tendencia y voy a jugar con ella. Mi pretensión es la de ser una buena cantante, sin que mis canciones se definan más que por ser buena música.

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