"David Fincher es un escultor. Lo esculpe todo poco a poco"
Entrevistas / Jason Hill

"David Fincher es un escultor. Lo esculpe todo poco a poco"

Pelayo de las Heras Álvarez — 02-09-2019
Fotografía — Leah Horstman

Jason Hill fue miembro de los relativamente efímeros Louis XIV, ahora volvemos a tenerle por aquí en una faceta bien distinta. Suya es la banda sonora original de la serie televisiva de Netflix “Mindhunter”. Aprovechamos el estreno de su segunda temporada para charlar con él.

Es la década de 1970 y los coches, brillantes y alargados, recorren las ciudades de Estados Unidos bajo la macilenta luz de las farolas. Jimmy Carter es presidente, J. Edgar Hoover lleva muerto varios años y la guerra fría sigue en marcha. Salir a la calle ya no parece tan seguro como lo era en la idealizada década de 1950, pero el país vive, entre todas, una particular pesadilla: los asesinatos en serie. El miedo al otro se instala en la sociedad norteamericana. ¿Conseguirá el FBI modernizarse a tiempo de una forma adecuada y eficaz? Sigamos la serie para descubrirlo. Una serie, por cierto, que destaca entre los thrillers televisivos actuales. Y uno de los motivos es por la atractiva banda sonora de Jason Hill, vocalista y guitarrista de Louis XIV, una banda que publicó tres álbumes en cuatro años durante la década pasada.

"Llevo trabajando con Fincher alrededor de cinco o seis años, y mucho de ese tiempo ha servido para identificar el sonido y la estética de las cosas y los temas". 

La banda sonora original de “Mindhunter” parece siempre sutil, delicada. Es como en la introducción de la serie, con la pieza de los créditos, en la que la subversión se esconde detrás de esa música y la perfección y cuidado de los agentes manejando la grabadora. Eso debe haber sido difícil de lograr. ¿Cómo fue el proceso creativo?
Era cuestión de encontrarle la voz, de encontrarle color al movimiento. Fue como un enigma. Yo desde el principio comencé a sentirlo como una bruma, una especie de niebla o agua. Era líquido, resbaladizo... pero también era como esa característica ilusoria de los pensamientos, que también es algo de lo que se trata en la serie, especialmente en la primera temporada: las cosas que ocurren y tienen lugar en las mentes de las personas y luego el camino y la acción que toman. Los pensamientos son muy extraños, no puedes tocarlos. Eso sucede muchas veces con la música también. Quería que la música fuera así, cuando no puedes tocarla exactamente, resbalándose entre los dedos.

Entonces, la banda sonora tiene una fuerte carga psicológica.
¡Sí! Por suerte, llevo trabajando con Fincher alrededor de cinco o seis años, y mucho de ese tiempo ha servido para identificar el sonido y la estética de las cosas y los temas [en particular]. Desde entonces ha sido fantástico; más o menos siempre lo encontramos juntos. Con “Mindhunter” he empezado a trabajar desde una fecha bastante temprana, incluso ocho meses antes de ver siquiera una sola imagen. De hecho, empecé desde el momento en que me dijo: ‘¿te apetecería hacer esto?’. Me mandó el guión y lo leí… ¡pero fue difícil! Me considero una persona muy relacionada con todo lo visual y sonoro, pero no es como que al leer el guión se me haya ocurrido la música. Nada de eso. Gran parte del proceso, por tanto, fue para encontrar algo que yo sintiese que era correcto. Cuando vi una imagen, entonces sí, todo adquirió sentido. La “sensación” o esencia que debía transmitir la serie surgió de mí al momento.

Parece que funcionó, porque la música encaja a la perfección con la serie. Había dado por hecho que habías comenzado a partir de las imágenes.
Oh no, no. Hay una canción titulada “The Crime Of The Century” que fue la primera que compuse a partir de una imagen. Fue como: ‘whoah, vale, este es el sonido de la serie (aunque por entonces ya había trabajado largo tiempo en ello). Esa fue la parte en la que sentí que había encontrado lo que buscaba, algo de un aspecto y movimiento acuoso, espeso. Se asemeja a cuando lanzas una piedra en un lago y ésta va formando pequeños círculos o anillos. Así sentía yo esa pieza en relación con la música y con el resto de canciones que estaban por venir. A veces me sentaba al piano y, aunque es difícil de explicar, sentía que la forma en la que estaba tocando era la que se suponía que debía de ser. Es decir, que ese ritmo era el que debía haber en la serie. Extrañamente, a pesar de que desde pequeño siempre creaba canciones, yo nunca entré en el mundo de la música para ser compositor.

Es cierto. Antes estabas en dos bandas de rock, Louis XIV y Vicky Cryer, ¿no?
Exacto. Mi sitio estaba más en la grabación y en la búsqueda de nuevos sonidos, pero nunca fui al conservatorio ni nada de eso. Al igual que Fincher, tampoco estudié nada de esto. Aprendimos a través de la práctica, más como autodidactas que otra cosa. Ya los primeros días en que empezamos a colaborar en este proyecto David me decía que tocase una nota aguda de violín y la mantuviese tanto como pudiera. Era una cosa más de filosofía que de práctica, una forma de decirte que no tuvieses tanta prisa en conseguir lo que buscas. Una manera de dejar que la música se defina a sí misma. Probé esto en una fiesta de cumpleaños en la que hicimos una jam e incomodé a todo el mundo [ríe]. ¡Es difícil estar en esa especie de silencio!

Así que podría decirse que te dejaste llevar por la corriente, como en un río.
Desde luego. Es exactamente eso, sí.

También he leído que David Fincher te habló sobre crear una banda sonora original que no sonase como música de verdad, como instrumentos reales y que, a su vez, llegase a lo más hondo del cerebro. ¿Cómo se consigue eso?
Él es bueno a la hora de darte pequeñas sugerencias, pero luego le toca a uno mismo ir a través de las madrigueras y encontrar el conejo. Quiero decir, él no te da una respuesta, solo trata de facilitarte una manera con la que encontrar una solución dentro de ti. No recuerdo si dijo esas palabras exactas acerca de no sonar “como instrumentos reales”... puede que lo haya hecho, pero no lo sé. En los primeros días intenté hacer algunas cosas con un piano y surgió una especie de animosidad hacia el instrumento. Él realmente no lo admitiría, pero aquello estaba allí, y yo creo que fue porque pensó que era demasiado normal. No dijo nada, pero lo sentí a través de sus gestos. Normalmente siempre traté de encontrar no solo sonidos, sino las flexiones de los mismos, su maleabilidad. Yo me aburro realmente fácil con los sonidos. Por ejemplo, la guitarra es lo que puedo tocar mejor, pero eso es lo último que hago cuando hago música. Quiero decir, sin sonar egoísta... ¡soy un guitarrista de cojones! [ríe], pero prefiero ir a cosas con las que no sé cómo jugar tan bien, porque siempre hay una sorpresa oculta allí. Se trata siempre de encontrar algo que nunca hayas hecho antes.

¿Entonces siempre tratas de innovar?
Sí, así es, ¡siempre tienes que desafiarte a ti mismo! Intentar hacer música con instrumentos normales que no suenen como esos propios instrumentos se convirtió en un objetivo. La mayor parte de las veces, sin embargo, se daba de forma inconsciente. A menudo era simplemente algo así: ¿cómo puedo hacer que un piano no suene como un piano? En la nueva temporada, por ejemplo, hay un tema para los asesinatos de Atlanta. Principalmente hay uno y luego bastantes variaciones. Se llama "Witness". Es una canción que casi suena como cadenas o incluso como unos tambores agudos que de alguna manera hacen el pulso... ¡pero son pianos! Pianos realmente agudos, con registros con los que no están destinados a ser tocados, de acuerdo, pero pianos después de todo. También hago cada sonido yo mismo. Quiero decir, no los extraigo de archivos o bibliotecas de música. Los creo yo mismo en el estudio porque también es más fácil de manipular. En el mundo pop, el mundo musical normal o común, enciendes la radio y muchas de las bandas suenan igual, algunas de ellas como robots. ¡Odio eso mucho! No quería hacer algo así, quería evitarlo por completo.

Siempre me ha parecido que la banda sonora de “Mindhunter” es especial, en parte porque es una serie que no muestra muchos momentos morbosos o mucha violencia explícita. Se mueve de la misma manera sutil que la música, como lo que comentabas acerca de lo ilusorio de los pensamientos.
Sí, [su sonido] vive en la niebla, en la bruma. Es la gran ventaja de la serie, desde luego, nunca ves violencia. Todo lo que ocurre lo hace dentro de la propia mente.

Puro terror psicológico.
Exacto. Al tener siempre esta carga psicológica la música debía actuar de la misma manera. Fincher, ya al principio, me habló sobre Bernard Herrmann y su banda sonora para “Psicosis”. Fue una de las primeras cosas que me dijo que quería para “Mindhunter”, pero no se refería a la icónica música de la escena de la ducha. Nunca iba a haber esa clase de acción. He de decir que, a pesar de estar entre mis primeros pasos a la hora de trabajar para la serie, su influencia fue mínima finalmente.

Debe ser difícil trabajar en un proyecto con unos directores tan meticulosos y detallistas.
¡Desde luego! Fincher es un escultor. Básicamente lo esculpe todo poco a poco hasta conseguir que cada aspecto quede cada vez mejor, perfecto. Trabajar con él es la mejor masterclass que podía haber tenido. Estoy muy contento de que haya tenido fe en mí, porque no hay tantos directores como él que te permitan trabajar de manera creativa. ¡Y matar esa libertad de creación puede arruinar las cosas, incluso sin darse cuenta! Estoy seguro de que ese es uno de los secretos para convertirse en un gran director. Sin embargo, también tiene una faceta como coronel, porque necesita poder dar órdenes a las personas pero también dejar que encuentren su propio camino. Tienes que darte cuenta de que él va a sets con cientos de personas. ¡Es algo tan loco como fascinante! Por ejemplo, aún hasta el día de hoy si él está filmando y le envío una pieza musical, me envía un mensaje de texto en un máximo de diez minutos. Deja de filmar para escucharlo y darme su opinión para que pueda volver a trabajar. Eso es una locura, pero creo que es un movimiento muy inteligente en mi opinión. Trabaja con la ambivalencia de dar órdenes y, a su vez, permanecer líquido, abierto a mejores sugerencias (y siempre manteniendo a su ejército en marcha).

Así que es una especie de dirección total, ¿no? Parece que los dos encajáis muy bien ya desde vuestra primera colaboración, la versión de “She” de Charles Aznavour para el tráiler de “Perdida”. De hecho, parece tener la misma esencia de la banda sonora de “Mindhunter”: dreamy, oscura y, sin embargo, no del todo como una pesadilla.
Claro, sí. Me encantó hacer aquello con él, fue un momento que cambió mi vida. En aquel tiempo había estado saliendo con una chica durante varios años, y terminamos rompiendo durante el día de San Valentín, un viernes. La esposa de Fincher [la productora Ceán Chaffin] me llamó el lunes y me dijo: nos gustaría que hicieras una versión de esta canción, "She". Y, ya sabes, la canción es realmente sobre la codependencia y posee una oscuridad inherente en la canción que la versión de Elvis Costello ignoró. Me gusta Elvis Costello, pero no me terminó de gustar mucho esa versión, siempre pensé que era excesivamente azucarada.

Claro, no es de extrañar, creo que fue para la película “Notting Hill”.
Sí. Creo que David vio la oscuridad de la misma. Sucede de forma similar con "Every Breath You Take" de The Police. Si te fijas bien, es una canción oscura sobre un tipo que acecha a una chica. A su vez pude poner ese tipo de sentimiento oscuro en la versión porque también tuve una compenetración “genial” con lo que supuso mi relación. Después de eso le pregunté: ‘oye, ¿tú o alguno de tus amigos tienen algo en lo que pueda trabajar?’. Me dijo: ‘deja que te llame mañana’. Y luego, al día siguiente, me llamó para decirme que iba a tener una gran serie en HBO llamada “Videosyncrasy”. Finalmente no se produjo, pero trabajamos en aquello durante aproximadamente un año. En muchos sentidos, aunque suene extraño, me alegro de que no haya salido, a pesar de que la música era buena y me encantó la premisa de la serie. “Mindhunter” era más la llamada en la que necesitaba entrar, no cambiaría nada de ella. Siempre sentí la serie como si todo estuviera encajando en el lugar adecuado.

"Quería representar a los niños asesinados en Atlanta, sí. Es más, si te das cuenta, mientras la temporada avanza he ido reemplazando también instrumentos del principal tema de Atlanta, “Witness”, con ese coro de niños".

¿No es difícil encajar también la música que tú creas con canciones de otros artistas, como Fleetwood Mac o Marianne Faithfull?
Bueno, no me lo parece. Incluso con las bandas sonoras, creo que me acerco a ese tipo de música de una forma extraña. Aún pienso en la creación de música a partir de la estructura estrofa-coros-puente, algo así como primer acto, segundo acto y tercer acto.

Así que es una sencilla forma de estructurar la música que te ayuda a trabajar.
Exacto. Pienso que, bueno, aún vengo de esos sitios, así que eso tiene que reverberar por fuerza en mi trabajo, ¿entiendes? Cuando comienzas a hablar sobre esa clase de cosas y los caminos que tomas… empiezas a sentirte como un niño con un montón de Legos en frente, entusiasmado con la idea de empezar a crear algo. Nunca sé exactamente qué hacer o cómo voy a empezar a hacerlo exactamente. Es algo un poco experimental. Trato de juntar las piezas para acabar descubriendo en algún momento que, eh, ¡esto no suena nada mal! Y, de pronto, acabas encontrando el sonido. Este asunto de no saber lo que vendrá ni lo que surgirá de ello es lo que realmente me encanta de este trabajo. ¡Me encanta no saber!

Puede que eso se refleje también en la música que has hecho para la serie, porque esta siempre crea un sentimiento de expectación. Como si no supieses lo que va a pasar a continuación.
Sí, podría ser, pero no lo sé... y la verdad es que eso me encanta. A veces, cuando haces discos, sabes cómo sonará la canción antes de comenzar a realizarla. Algunas personas crean de esa manera, yo incluido, ¡pero la mayoría de las veces no lo hago y no quiero saberlo! Me encanta estar entusiasmado con estas creaciones y me encuentro sorprendido diciendo: ‘oh, eso es muy bueno, joder, ¡no escuché eso venir!’. Esa combinación de reaccionar y tocar espontáneamente es genial, es como un gran baile no coreografiado. Hay mucho de mi trabajo que podría compartir con Fincher y con el que él terminaría diciendo: ‘eh, esto es muy bueno’. Y podría serlo, sí, pero siempre intento preguntarme si podría descubrir algo más, darle una vuelta de tuerca. ¡Una cosa que también es excelente para trabajar en televisión o cine es que tienes plazos! Tienes que detenerte en cierto punto. ¡Gracias a Dios que ya no puedo trabajar en la segunda temporada de “Mindhunter”, porque todavía podría estar trabajando en eso ahora mismo! [ríe]

Ahora que hablas de la segunda temporada, podríamos decir que has llegado a versionarte a ti mismo. En el último episodio, el tema de inicio está hecho a partir de voces de algunos niños. ¿Es un homenaje?
Quería representar a los niños asesinados en Atlanta, sí. Es más, si te das cuenta, mientras la temporada avanza he ido reemplazando también instrumentos del principal tema de Atlanta, “Witness”, con ese coro de niños.

Proporciona también una sensación de final, algo así como: ‘eh, cuidado, esto se está acabando’.
¡Me alegra que lo entiendas así! Cuando se me ocurrió la idea de reemplazar el tema "Main Titles", le pregunté a Fincher si no podíamos permitir que la gente se saltara la introducción, ¿sabes? Como si pudiéramos obligar a la gente a ver eso. Y le gustó la idea, así que le preguntamos a Netflix y dijeron: sí, creemos que puedes hacer eso. Así que, al final, no hay ningún botón para saltar esa introducción. Me sentí tan feliz como un niño pequeño; estaba encantado. Fue como coger la cabeza de todos y decir: ‘oye, ¡mira esto!’.

En la serie, por lo general, la música es muy importante. No solamente la tuya, sino la externa, la de otros autores. Se me ocurre, por ejemplo, el momento del final de la primera temporada, con Holden Ford y Ed Kemper en el hospital y ese “In The Light” de Led Zeppelin.
Totalmente, sí. Escribí una pieza para ese final que se llama "Weird Thing”. Es la única canción de toda la composición para la que usé una guitarra. Ese sonido del tema me recordó a "That’s The Way" del álbum “Led Zeppelin III”. Lo descubrí cuando tenía trece o catorce años porque lo obtuve de un casette de mi vecino de al lado. Fue la primera vez que me metí de lleno con ellos. Recuerdo ir con un patinete con la cinta ese día alrededor de un área de la ciudad que aún se estaba desarrollando en ese momento. Todo eran casas vacías y mucha tierra. Vi la puesta de sol allí, escuchando la música... fue una especie de tiempo de meditación. Cuando apareció "That’s The Way", lo escuché una y otra vez porque me pareció una canción bellísima. Creo que fue Kirk Baxter, el editor de la serie, quien encontró "In The Light" para reemplazar lo que escribí. Sin embargo, me gusta pensar que inconscientemente le hice pensar en Led Zeppelin [ríe]. Y aunque me gustó tanto la pieza que escribí para el final, me di cuenta de que sí, “In The Light” funcionaba muy bien. Encajó tan bien en un momento cinematográfico tan grande y bueno que tan solo dije ¡adelante con ello! Además, también fue un éxito algo oscuro de una gran banda como era Led Zeppelin, por lo que encajaba a la perfección.

Era casi psicodélico, sí, se ajusta perfectamente a una escena tan “delirante” como esa.
¡Sí! La música en “Mindhunter” es una combinación de personas de la propia serie. Ahí estamos principalmente Kirk Baxter, Jonathan Stevens, Malcom Five y yo. Lo que hacemos es traer ideas diferentes entre todos nosotros y David escoge finalmente qué utilizar. Por ejemplo, la última canción de esta temporada fue "Intruder" de Peter Gabriel. Y es una de mis canciones favoritas porque es la primera vez que puedes escuchar un sonido característico de batería ochentera como ese. Esa es una canción que siempre estaba en mi mente y con la que me encontré de repente. Les dije: ‘eh, tiene que ser “Intruder”, joder’. Incluso la letra... quiero decir, podrían haber sido escritas sobre BTK. Ya sabes: "cortar los cables telefónicos / la sensación de aislamiento".

Quizás ese gran acoplamiento entre música e imagen viene también del pasado de Fincher como director de videoclips. Supongo que le da gran importancia.
Exactamente. Personalmente amo todo el tipo de cosas con BTK de la serie. Deseo tanto ver el final que Fincher consigue sobre ese asesino… Quiero decir, ¡le atraparon en 2005! No tengo ni idea de cuál será el futuro de “Mindhunter”, pero me encantaría verlo, porque es fascinante.

¿Leíste cosas sobre asesinos en serie a la hora de componer?
En realidad no, pero supongo que siempre me ha interesado de la forma en que lo está la mayoría de la gente. Como, eh, hay personas capaces de eso, ¿sabes? Es fascinante y aterrador, especialmente en cuanto al aspecto psicológico. Quiero decir, ¡BTK era parte de una iglesia! Eso que pasa con los policías y los delincuentes de que podrían ser las mismas personas que tan solo toman caminos diferentes... son una especie de fanáticos del control.

Eso siempre se ve reflejado, sí. Es una carta que juegan con Holden a lo largo de todos los capítulos.
¡Totalmente! Podría haber ido por el otro lado. Mucha gente me pide que grabe música para sus películas o programas sobre asesinos en serie y cosas así. Pero si Fincher me pidiera que hiciera una película sobre... no sé, sobre ballet, sería el chico del ballet desde entonces, ¿sabes? Y la gente preguntaría, ¿estás realmente interesado en el ballet? Ya sabes, estas cosas simplemente suceden, ¡pero no específicamente por el tema! De hecho, la segunda temporada creo que trata más sobre sus vidas personales y la UCC [Unidad de Ciencias del Comportamiento] que de los propios asesinos y los crímenes. No sé si habría una temporada tres, espero que sí, porque me encantaría ver hacia dónde iría “Mindhunter”.

 

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