NUNCA ES TARDE
Entrevistas / Insanity Wave

NUNCA ES TARDE

Redacción — 29-05-2000
Fotografía — Archivo

Hartos de su paso por discográficas sin promoción adecuada y de un desencuentro, para ellos inexplicable, con el público, INSANITY WAVE han decidido hacer las cosas por su cuenta.

Por eso han creado Elmer Music, un sello para publicar sus propios trabajos que lanza en estos días su primera referencia, “The Minor League”, que viene a ser el tercer trabajo largo de la banda madrileña (Colman, Chema y Juan) y que se han traído bajo el brazo desde los confines de su tierra prometida (USA, otra vez). En esta ocasión el lugar elegido ha sido Kenersville (Carolina del Norte) donde grabaron con el prestigioso productor Mitch Easter (REM, Wilco, Velvet Crush o Pavement). Lejos ya quedan los tiempos del noise pop y de aquella urgencia por sonar a The Posies y Hüsker Dü, aunque aún conservan la independencia y algo más. “Hemos evolucionado, desde nuestras primeras canciones rápidas y de trío básico con toques de punk rock y mucha distorsión, a canciones más largas en tiempo, más trabajo instrumental, más detalles y nuevos sonidos que tienen que ver casi con el country rock. Más rock que power pop”. Mantienen no obstante esa electricidad que recogió “33*3” (Pressure/Avispa, 99) un recopilatorio de todos sus temas que zanjaba una etapa con la intención de iniciar la marcha más organizados, centrados y avalados finalmente por “The Minor League”. En él se potencian las virtudes de “Do The Worm” (Roto, 97), por sus canciones azucaradas y directas, pero con ritmo más lento y un despliegue de arreglos instrumentales donde no faltan teclados, sitar, steel guitar o Hammond fruto de la participación de Mitch, como un cuarto miembro en la grabación. “Es un gran productor pero también un gran músico. Ha participado mucho en las canciones porque es lo que pretendíamos. Interpreta perfectamente lo que quieres decir y lo lleva cabo, pero además ha introducido matices curiosos y muy interesantes en todo el disco, creando una dimensión distinta en las canciones”. El sonido conseguido es actual y clásico al mismo tiempo, alcanzando un gran nivel con “Lost Days” o “Roller Coaster Ride”, en contacto con referencias del rock de medios tiempos y armonía vocal (Fountains Of Wayne, Wilco, Quasi y sobre todo The Lemonheads). Hablamos tal vez de la llegada a una cota elevada para el grupo. “Este disco está muy bien pero siempre hay que intentar mejorar y quién sabe si en un futuro podríamos hacer un disco increíble de esos que pasan a la historia, creo que se podría si seguimos juntos y en esta línea. Por el momento este es nuestro disco definitivo”. Con el que pretenden salir de esa liga menor -“como tercera regional más o menos”- en la que se mueve el rock en este país y les haga poder conseguir un puesto en las plazas de ascenso a la Major League donde, “al menos los grupos tienen público”. El cine, la publicidad y sus directos van a ayudarles un poco aunque son las canciones del disco -de obligada escucha- las que les pondrán en el lugar que se merecen.

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