“Solo queremos sentirnos creativamente libres”
EntrevistasHigh Vis

“Solo queremos sentirnos creativamente libres”

Oriol Rodríguez — 24-11-2025
Fotografía — Archivo

El hardcore punk vive uno de sus momentos más estimulantes, abriendo sus puertas a nuevos horizontes sonoros. Los británicos High Vis son uno de los principales referentesde esta expansión.

Hablamos con su cantante, Graham Sayle, antes de que recalen hoy en Barcelona (24 noviembre, Sant Jordi Club) y el jueves en Madrid (27 noviembre, Palacio Vistalegre Arena), como teloneros de los americanos (y piedra angular del género actualmente) Turnstile. Siguen presentando “Guided Tour” (Dais Records, 24), su último largo hasta el momento.

“Así sonarían The Stone Roses si hubieran fichado por Dischord Records”. Pagaría por haber firmado yo esta definifición tan gráfica, sonoramente perfecta, de qué son, de cómo suenan los británicos High Vis. La descripción es del crítico Eli Enis de la revista Revolver. Una colisión improbable: el legado Madchester y el britpop en manos de uno de los sellos más míticos de la historia del hardcore. Graham Sayle –cantante del quinteto que completan los guitarristas Rob Hammeren y Martin MacNamara, el batería Edward "Ski" Harper y el bajista Jack Muncaster– la recibe como un regalo. “Es un halago enorme. The Stone Roses y Dischord Records son partes muy importantes de nuestra educación musical”, responde lamentando la muerte el pasado jueves de Mani, el entrañable bajista de la banda que tan solo quería ser adorada. Esa doble raíz —la reverencia por el bagaje musical británico y la militancia ética del hardcore— explica como pocas cosas la identidad de High Vis.

"Siempre digo que somos una banda de hardcore para fastidiar a la gente. Obviamente no lo somos en lo sonoro, pero afronto los conciertos con la misma energía"

El primer disco que se compró Sayle no fue precisamente un fetiche hardcore. “Fue ‘Use Your Illusion I’ de Guns N’ Roses. Tendría unos nueve años, y lo compré en un mercadillo. No es el comienzo más cool, pero recuerdo cómo me hizo sentir y me enganchó al instante”. Lo importante no era el prestigio, sino el impacto emocional. Y ese impacto lo encontró de una forma más contundente cuando un grupo de amigos mayores lo llevó a su primer concierto hardcore en Liverpool, su ciudad natal. “Siempre había buscado una vía para canalizar mi energía y me siento muy agradecido de haberlo descubierto en el momento justo”. De ese entorno absorbió algo más que velocidad y abrasión sonora: descubrió una ética. Para Sayle, el hardcore es “un género y una filosofía de vida”. Le enseñó a crear sin pedir permiso, a no esperar a nadie, a hacer las cosas de forma directa y honesta, y a hacerlas por él mismo. Quizá por eso insiste en una broma recurrente: “Siempre digo que somos una banda de hardcore para fastidiar a la gente. Obviamente no lo somos en lo sonoro, pero afronto los conciertos con la misma energía”.

Sayle abandonó Liverpool recalando en Londres para iniciar sus estudios universitarios. Acabó metido de pleno en la escena hardcore de la ciudad. Tras diversos proyectos fallidos, formó High Vis. Asegura que ya en su primer ensayo notó que aquello era distinto. “Lo percibí desde la primera canción que tocamos juntos". Su nueva aventura rompía con la ortodoxia del hardcore estricto, abriéndose a, amantes de géneros como el britpop, el post-punk, el hip hop o el house, otros horizontes sónicos. Se podía palpar en sus dos primeras referencias: "No Sense No Feeling" (19) y “Blending” (22). Lo han sublimado con su tercer álbum, “Guided Tour" (24), un disco que Sayle describe como más poético, pero igual de directo. También ha sido el trabajo con el que han podido abandonar sus curros para dedicarse exclusivamente a la música. ¿El sueño hecho realidad? Sí y no. “Nunca pensé que vivir de la música fuera posible. Siempre he tenido bandas como una forma de evasión. Es raro y un poco aterrador tener tu vida financiera atada a tu creatividad, pero también muy gratificante”.

El crecimiento del grupo coincide con un auge de bandas británicas, con IDLES a la cabeza, vinculadas explicita o implícitamente con el punk y el hardcore: “IDLES han puesto el foco en la música de guitarras y tenemos la suerte de estar aprovechando esa ola”. También admite que comparte con ellos una mirada social en las letras. “Intento ser lo más honesto posible y siento que tengo la responsabilidad de señalar la injusticia”. Sin embargo, la influencia más inmediata es Turnstile, el grupo estadounidense que está redefiniendo el hardcore global. High Vis está girando actualmente con ellos. Serán sus teloneros hoy lunes en Barcelona y el jueves Madrid. Una oportunidad única para ver cómo conviven dos de las fuerzas más renovadoras del punk contemporáneo. “Amo su enfoque. Han conseguido capturar la energía del hardcore y expandirla de una forma que nunca imaginé”, dice Sayle. Y no solo musicalmente: Turnstile ha demostrado que una banda de raíces hardcore puede aspirar a vivir de su música sin renunciar a su integridad. “Han abierto la puerta a que más bandas experimenten y puedan dedicarse a esto a tiempo completo”. Fieles a su impulso creativo, High Vis ya trabajan en un cuarto álbum. “Nunca dejamos de componer. Estamos a mitad del próximo elepé”. Sayle, que ha tenido “un año muy loco”, asegura que escribir le ayuda a darle sentido al caos. Y promete que la banda no piensa ponerse límites. “Solo queremos sentirnos creativamente libres”.

 

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