Niños Bravos han nacido desde la diversión, y aunque la sigue habiendo ahora tienen mucho más curro del que esperaban. “Creo que es el primer grupo con el que nos hemos currado tantísimo todos los detalles”, explica Miky. “Hemos pasado de ‘no te puto pilles’ a ‘cásate conmigo y quiero dos hijos’”, dice Dani entre risas. Y es que todos ellos forman parte de otros proyectos musicales como St. Woods, Jack Bisonte, Alavedra o Tiburona.
El grupo surgió de forma natural. Miky, Dani y Nacho compartían piso y necesitaban hacer música. “Montamos un grupo porque es lo único que sabemos hacer”, comenta Miky. En ese proceso surgió “No puedo parar”, una canción que marcó un antes y un después. “Ahí fue cuando dijimos: ‘Vale, esto es un grupo de verdad’”, recuerda Nacho. Ahí se dieron cuenta de que necesitaban incluir a alguien más en el grupo, y surgió la posibilidad de que se uniera Rita como bajista. El inicio del grupo vino marcado por Bearoid (proyecto de Dani en el que tocaban Miky y Nacho), después de un concierto Miki sugirió que era el último concierto. Ese momento sirvió para despertar una chispa en Dani y convertirlo en una nueva “energía” que se convertiría en el grupo que tienen hoy.
La base de Niños Bravos está en una mezcla de admiración mutua, afecto y sentido del humor. Para Nacho. “Todos somos muy fans de lo que hace el otro”. Y no solo en lo musical. Miky, Dani, Rita y Nacho se sienten genuinamente impresionados por la creatividad de sus compañeros. Dani lo resume emocionándose. “Intentamos ser un grupo de amigos, pero el motor principal es la admiración combinado con amor. Es inexplicable lo bien que combinamos. Somos personas muy sensibles y emocionales, creo que al ir todos a terapia hemos cogido nuestras debilidades y nos hemos ido conectando entre nosotros”.
¿Qué conexión tienen con Nino Bravo? El nombre del grupo es una clara referencia al cantante, e incluso entre las canciones de su EP se incluye la versión al mítico tema “Un beso y una flor”. El origen no lo tienen muy claro, para Dani “fue un accidente”. La teoría de Nacho es que empezaron con “Mucha lucha”, que derivó a “Niños Luchando” y se convirtió en su actual nombre. Lo que empezó como una broma, ha hecho que Nino Bravo se convierta en una especie de figura paterna para la banda, pero son conscientes de que les falta información sobre él. Al tener ese nombre, tienen distintas sensaciones, para Nacho les quita “peso al grupo”. Pero Rita opina justo lo contrario. “Para mí hay una especie de ente encima que está como vigilante diciendo: ‘No sé si llegáis’”.
“Esta banda es la que nos hubiese gustado tener en el cole”
Los videoclips de Niños Bravos son uno de los elementos clave para el grupo. Estos tienen una estética muy marcada. Todos ellos han sido hechos por Santi, el hermano de Nacho. “Nos entendemos muy bien. La dinámica de Niños Bravos es un día de rodaje y no más. Y, si ese día puede ser una cosa la cual todos nos divirtamos bastante, lo vamos a hacer”. Las ideas surgen de propuestas absurdas. “Pequeñas ideas de mierda muy bien ejecutadas. Creo que el problema de los videoclips, a día de hoy, es que la gente intenta meterle narrativas y puede quedar muy bonito, pero tienes un equipo que flipas y siempre se queda medio gas. Y sin embargo, estos funcionan mucho mejor”, dice Dani. Miki añade que: “Es verdad que es una idea que surge y se desarrolla en el momento. Eso es bastante clave. Santi siempre quiere que lo planifiquemos todo, porque es lógico llegar y saber lo que vas a hacer, pero creo que lo que nos funciona es tener una idea y desarrollarla en el momento. Es lo más orgánico y natural para nosotros”. Para Nacho “esta banda es la que nos hubiese gustado tener en el cole”, explica.
El proceso creativo de las canciones se desarrolla en el estudio de Dani. Allí todo se rige por la democracia. “Tiene que haber un cincuenta y uno por ciento a favor o se crea una cosa nueva”. Esto hace que se trate de un proceso muy cansado cuando no hay un consenso. “La rapidez a la hora de componer es apabullante. En cuatro horas en el estudio hay tanta lluvia de ideas que se pueden siempre utilizar muchas opciones”, explica Rita. Ahí lo que importa es la confianza en los demás miembros. “El ego existe y duele. Es un tema de confianza ciega. Nacho y yo venimos de proyectos personales en los que estamos acostumbrados a crecer desde nosotros mismos y desarrollar”, comenta Dani. Para Miky “es importante confiar en la opinión de tus compañeros y no pensar que lo tuyo es lo mejor para la canción”.
Al autoproducirse, han tenido mucha libertad y rapidez a la hora de crear “Grandes Éxitos”. Ahora están centrados en encontrar su sonido. “Estamos intentando sonar a Niños Bravos”, decía Nacho. De momento entre sus influencias se incluyen Wet Leg o Ginebras, entre otros. Han hecho un grupo en el que van pasando canciones y nombres que les gustan y adaptan sus gustos a los demás. “Encontrar las referencias es lo que más nos ha costado”, confirma Miky. El público con el que encaja su música no es sencillo de acotar. Rita lo define como “gente que se quiera divertir”, sin importar la edad. Dani destaca que el sonido del grupo recuerda al rock de los noventa, con lo que conecta tanto con gente mayor a la que les da “buenas vibras” como con jóvenes a los que les suena actual. “El directo es diversión por encima de acertar todas las notas y creo que creo que por eso nuestro público puede ser tan amplio, porque no nos tomamos muy en serio y la prioridad en los directos es divertirnos”, comenta Nacho. Esa diversión se traslada a que la gente quiera ser “colega del grupo”, porque la complicidad y buen rollo se transmite. Hay mucha improvisación y por ello puede haber errores y equivocaciones. “No hay nada que conecte más con el público que equivocarte”, concluye Miky.
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