Espiritualidad stoner

Sobreponiéndose a la deserción del que hasta ahora era su cantante y bajista, Spice, Spiritual Beggars ya están de vuelta con “On Fire” (Music For Nations/Mastertrax, 02), otro fantástico disco con el que se mantienen en lo más alto de la escena stoner.

Para facturar este más que digno sucesor del aclamado “Ad Astra”, los suecos han incorporado a su formación a JB de Grand Magnus como nuevo vocalista y a Roger Nilsson de The Quill al bajo. Son dos cambios que, lejos de restarle poderío al grupo, inyectan nueva vitalidad a los potentes riffs de guitarra, la dureza de la sección rítmica y la densidad sónica tan características de sus composiciones. A través del correo electrónico profundizamos sobre el tema con su batería, Ludwig Witt. Nos interesamos antes de nada en saber cómo fue el proceso de grabación de su nuevo trabajo. “El estudio está muy cerca de donde vivimos y hemos pasado mucho tiempo allí, unos tres meses. Nos tomamos todo el tiempo necesario para hacer el álbum lo mejor posible, trabajando sin ningún tipo de presión. También hemos grabado mucho material que se ha quedado fuera del disco”. 

En cuanto a los cambios en la formación, el encargado de las baquetas hace la siguiente valoración. “El mayor cambio en nuestro sonido es la voz de JB. Creo que es un gran vocalista, un poco distinto de Spice, pero que encaja perfectamente en la banda. En la composición los nuevos miembros casi no han intervenido, y en directo vamos a seguir haciendo lo mismo de siempre, o sea, jams, solos de batería y, en definitiva, no tocar las canciones exactamente como están en el disco. Queremos dar a los fans algo extra cada noche”. En nuestra opinión, los nuevos temas son ideales para formar parte de unos directos así. “Sí, ya tengo muchas ganas de salir y tocar las nuevas canciones. Ésta es la razón por la que formamos esta banda, porque nos gustaba la manera en que improvisaban en directo grupos como Deep Purple, Led Zeppelin o Cactus”. Los propios Spiritual Beggars ya han definido “On Fire” como “heavy, melódico y con el ritmo de unos enormes y locos cabronazos hasta arriba de ácido”, lo que nos lleva a interesarnos por la posible influencia de las drogas en su música. “Estamos más influenciados por la cerveza que por las drogas. Yo creo que la música sale de las personas y no de las drogas. Nunca las usamos para escribir o tocar música. Estoy seguro de que muchas bandas que me gustan usaron drogas, pero no creo que esto les hiciera mejores músicos. Por el contrario, mató a muchos de ellos...”.Antes de conocer su punto de vista sobre el estado actual del stoner, tomamos la precaución de averiguar si Ludwig Witt acepta la dichosa etiqueta para referirse a Spiritual Beggars. “Nosotros ya estábamos ahí antes de que se inventara la expresión stoner-rock. Yo nunca diría que somos un grupo de stoner, pero, si alguien nos llama así, no me importa mientras le guste nuestra música”. En cualquier caso, tampoco puede hacernos la valoración que esperábamos, pues confiesa no estar al corriente de lo que sucede en la escena. Sí se moja, en cambio, a la hora de diferenciar a su grupo de otros con los que suele relacionárseles. “Creo que el órgano hammond realmente nos hace sonar distinto de otras bandas. Nadie lo usa y la verdad es que no lo entiendo, porque su sonido es fantástico”. En cuanto al tipo de recinto en el que prefiere tocar, Witt tampoco nos deja lugar a dudas. “Mucha gente dice que prefiere tocar en pequeños clubes, pero yo digo que eso son tonterías. Si puedes actuar en grandes recintos y hacer que la gente vaya, es ahí donde hay que estar. Nuestros conciertos con Iron Maiden, por ejemplo, fueron uno de los momentos culminantes de nuestra carrera”. Y precisamente sobre su gira española con Maiden le pedimos que nos haga algún comentario más. “Iron Maiden era mi banda favorita cuando era niño, así que estar de gira con ellos en España en julio fue genial. Tocamos en grandes recintos como la plaza de toros de Madrid y en los días libres pudimos ir a la playa. También recuerdo emborracharme con Janick Gears en San Sebastián. Digamos que nos lo pasamos estupendamente”. No debe sorprendernos, pues, que piensen volver a visitarnos. “En febrero iremos a Japón y después giraremos por Europa, así que seguro que volveremos a España”.