Las calles de Edimburgo no fueron el lugar donde debutó en la música Luis del Castillo, pero fue ahí donde decidió empezar a tomársela en serio. Tras militar en algunas bandas en Vigo (Septiembre, Doors Of Poetry) y en Escocia (Black Cat Bone), en 2019 decide volver a su ciudad natal y apostar por su proyecto en solitario, Castillo. Fue en ese momento cuando apareció en escena Sergio M. Puga, músico y productor vigués con el que grabaría su álbum debut. “Sin él no habría disco y seguramente no habría Castillo. Mi sonido, el disco, el empujón para atreverme a hacerlo; todo es gracias a él. Es así de simple”, reconoce. Lo cierto es que, más allá de los evidentes méritos del productor, con “Let The Moon Kill The Sun”, Luis Castillo ha creado un disco con personalidad propia y bastante difícil de clasificar. “La verdad es que no sé qué sonido tengo o donde situarlo. Quizás en tierra de nadie entre country, punk, grunge y folk americano”, dice.
"Quizás mi sonido en tierra de nadie entre country, punk, grunge y folk americano"
Su gusto por el country y el bluegrass cuando era pequeño se ensució durante la adolescencia gracias a Radiohead, Blur, The Smashing Pumpkins o Nirvana, pero especialmente con dos discos: “Smash” (94) de The Offspring y “Coral Fang” (03) de The Distillers. Lo que en sus directos acústicos sonaba tranquilo y melódico, en el álbum explota por los aires. “Mi estado natural es eléctrico. Soy más de sudar, gritar y hacer ruido”. Canciones como “Make This World Stop Turning”, “Thunder” o “Now I Understand” son un buen ejemplo. Otra de las características de su sonido es que sólo utiliza afinaciones abiertas a la hora de tocar la guitarra. “Siempre me ha encantado el banjo y en su momento, cuando no tenía uno, afiné la guitarra lo más parecido que pude a un banjo... y así quedó. No hubo vuelta atrás. Casi me he olvidado de tocar de otra manera”, comenta. El pasado mes de marzo presentó en directo el disco junto a Sergio en formato eléctrico por primera vez. “Después de tantos años preparando esto, estaba aterrado. Fue muy emocionante para mí, uno de los conciertos más importantes de mi vida; si no el que más”, dice.
"Estoy más que satisfecho: hasta hace poco ni me atrevía a cantar"
Por ahora, la banda se queda así, en formato dúo: “Así empezó todo en el estudio y así me parece natural que siga. No descarto que con el tiempo seamos más, pero está siendo tan divertido que lo veo difícil”. Las cifras de reproducciones y asistencia a los conciertos no representan ni de lejos la calidad del disco, una de las sorpresas del 2023 para aquellos que le han dedicado una escucha. En una época dominada por números y algoritmos, a Castillo parece no importarle demasiado. “Estoy más que satisfecho. Nunca creí que esto pasaría. Hasta hace poco ni me atrevía a cantar, así que tener un disco es un sueño hecho realidad”, confiesa. Por el momento, al artista sigue tocando en acústico en el paseo marítimo de Vigo, como suele hacer los días que la climatología gallega lo permite, y llevará su muralla de distorsión allá donde se atrevan a programar algo diferente y atrevido.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.