Misterio en La Moraleja
Podcasts / Eva Lamarca

Misterio en La Moraleja

Luis M. Maínez — 06-10-2022
Empresa — Spotify Studios

Es una lástima que el nivel de nuestro mundo cultural y mediático esté tan depauperado. Aquí podría terminar la reseña de "Misterio en la Moraleja", uno de los podcast de los que más se ha hablado en los últimos meses en nuestro país, uno de esos que traspasa el mundillo y llega a oídos del público general. Por desgracia, a diferencia del equipo responsable del mismo, yo tengo que hacer bien mi trabajo si quiero cobrar. Es ruborizante pensar que tras años trabajando en una revista como Vanity Fair, Eva Lamarca, la periodista encargada de la investigación y la narración del “caso”, tenga tantos prejuicios y tan pocas certezas sobre la vida como las que expresa a cada paso de su absurda investigación. Absurda en el desarrollo y en la premisa: encontrar al votante de Podemos de La Moraleja, una de las zonas más exclusivas del país, donde conviven empresarias de éxito, futbolistas y millonarios de cuna. Porque todo el mundo sabe -perdonen, que voy a parar a reírme- que no se puede ser rico y de izquierdas. En el mundo cultural y mediático, precisamente, tenemos la suerte de encontrar a mucha gente que gana millones de euros al año y que apoya numerosas causas sociales con el ímpetu necesario. Pero es que el desarrollo es igualmente naif. Eva Lamarca se retrata a sí misma cuando lo que estaba buscando es retratar La Moraleja, donde todo el mundo parece tomársela como una atracción de feria, una alucinada tratando de desentrañar un misterio que no existe. Como uno de esos soldados retirados que todavía creen estar en Vietnam, Eva Lamarca recorre La Moraleja asombrándose por todo, por lo más normal del mundo.

Así en su búsqueda del “misterioso” votante de Podemos de la Moraleja, Eva Lamarca no solo encuentra a uno, sino a varios, como es lógico. ¡Pero no solo eso! También encuentra varias personas que comparten ideas con el partido morado pero que no los vota. Como en un libro de “Teo descubre la democracia representativa”, "Misterio en la Moraleja" solo le resultará revelador a ese porcentaje de la población (solo espero que sea bajo) encerrado en su propia burbuja criticando a todos los demás; ese porcentaje que solo se relaciona con sus iguales y que durante días y días no encuentra a nadie que piense diferente a sí mismo. Pienso que es muy complicado encontrar a gente así, que siempre hay alguien en tu rutina que te podría contradecir en algo. El problema con este tipo de contenidos, fallidos antes de empezar por el propio planteamiento, es que la ejecución suele acompañar. El episodio final del programa, en el que Eva Lamarca reconoce implícitamente el error de haber buscado al votante de Podemos en la Moraleja como si fuera un freak mientras intenta salir del paso con un guiño a lo Agatha Christie, supera el límite del cliché para convertirse en un ejercicio irónico de humor. Siempre que me encuentro con este tipo de producciones -que no creo que hayan sido low cost- pienso en la cadena de mando de quien sea que paga la fiesta, aprobando, en preciso orden jerárquico, todas las decisiones e ideas que van surgiendo. A ver si es que ya hemos encontrado el mundo donde nadie se lleva la contraria, donde todo es armonía ideológica, tóxica y autocomplaciente, y no es La Moraleja.

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