Lo cierto es que meterse en escribir una biografía de un personaje como Andrés Herrera, “Pájaro”, es algo que solo se le puede ocurrir a 66rpm y a Alfred Crespo, codirector de Ruta 66, editor y escritor empeñado en meterse en proyectos de dudosa viabilidad económica. Y no porque no merezcan precisamente repercusión y ventas. Pájaro es uno de los músicos y personajes probablemente más interesantes de la escena patria. Con mucho que contar y mucho que callar. Y aquí se hacen las dos cosas.
Construido en forma de biografía oral, esta se hilvana a partir de declaraciones de una decena de actores principales, no muchos más, entre los que Pájaro y Raúl Fernández llevan la voz cantante. Sin esconder sus propios desencuentros, que estuvieron a punto de acabar con Pájaro, la banda. Y ahí está otra de las claves para disfrutar el libro. Entender a Pájaro como grupo, por encima del personaje, esencial evidentemente, que le da título. Eso nos permitirá, por ejemplo, dar el valor que tiene en la historia al propio Raúl, “Raulito”, y poner en perspectiva lo que su aportación ha significado en la construcción de esa trilogía maravillosa que integran “Santa Leone” (12), “He matado al ángel” (16) y “Gran Poder” (18). De hecho, este libro debería haber salido como complemento a este último cosa que, por supuesto, no pasó. Aunque lo importante es que aquí está. Con un Crespo procaz y alegre en su prosa. Como siempre. Que sea uno de los mejores escribas sobre música de este país no es casual. Y con muy buen material que revelar, fruto de numerosas charlas e investigaciones. Lástima, eso sí, que se percibe cierto aroma a “me callo esto que igual nos pasamos”, cosa que se solventa con la maestría de la insinuación y la metáfora. Pero, claro, no todo es explicable y mantener algunas de esas historias para que Alfred te las cuente una noche cerveza en mano, o que lo haga el mismo Pájaro tras un concierto, forma parte de su encanto.
Dicho esto, y a modo de reflexión, ya iba siendo hora que empecemos a mirar más lo de aquí. Y no, no estoy haciendo una proclama nacionalista. Esas cosas me van poco. Pero tenemos mucho y bueno que reivindicar, sin necesidad de hacernos a las aguas. Pájaro es uno de ellos.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.