No olvides las canciones que te salvaron la vida

Si hay algo que anida en todo texto hilvanado por el periodista Carlos Pérez de Ziriza es su voluntad por ofrecer una panorámica que abarque el plano social y la empatía del componente personal. En este sentido, tras libros con la enjundia de “Fragmentos de una década. Tendencias, transformaciones y claves del rock del nuevo milenio” (06) y “Tres minutos de magia. Una historia del power pop y la new wave” (18), el autor madrileño, afincado en Valencia, se ha superado con “No olvides las canciones que te salvaron la vida”, el libro más personal y ambicioso de su creciente trayectoria.

Empujado por la necesidad de reflejar el cambio generacional producido de los años ochenta hasta hoy un día, Carlos ha pintado un fresco hartamente revelador de lo que supone crecer como oyente y periodista musical a todos los que hemos superado los cuarenta. Lo que podría haber caído en la trampa de un canto nostálgico sin más, deviene en documento con el surtidor rebosante de ideas y reflexiones que definen nuestra relación con la música que, como cita el título, nos cambió la vida.

Del momentazo de gloria incandescente de “Debaser” de Pixies a las canciones salvavidas de La Habitación Roja, Carlos nos abre las páginas de su diario personal a través de treinta canciones que recorren, año por año, de 1989 a 2018.

La línea argumental planteada esta repleta de puntos que atañen a temas como la progresiva desaparición del formato álbum, pero también a cuando una joya techno pop como “World In Motion” era capaz de ser el himno de una selección de fútbol, como la inglesa de 1990. Dicho de otro modo, cuando no vivíamos el cinismo que nos rodea en esta copiosa era de conexión con todo y nada al mismo tiempo. Un momento en el que lo efímero marca la velocidad con la que se degusta un disco, una canción o un texto. Reflejos de un día a día que definen la capacidad de entender la evolución de un matrimonio, entre música y oyente, que Carlos desposa de treinta maneras diferentes. Definitivamente, medicina de boticario para sobrevivir, y disfrutarlo.