Kala

“Bamboo Banga”, canción que abre el segundo disco de Maya Arulpragasam, es una versión libre del “Roadrunner” de The Modern Lovers. ¿Una boutade? Nada de eso. La inclusión de Jonathan Richman (artista a priori fuera de la órbita M.I.A.) en la imaginería de esta pequeña terrorista sonora es una prueba más de ese gran collage pop, rabioso y furioso, de estilos, de sonidos y de colores fluorescentes, que tan bien ha sabido forjar en apenas dos discos.

M.I.A no le hace ascos a nada, y cualquier etiqueta se queda corta a la hora de describir un estilo que solo tiene como referencia a la propia cantante de origen tamil. Menos político que su predecesor (pero igual de combativo), “Kala” es un disco mucho más rico en matices que su debut, el explosivo “Arular”, quizás porque ha sido grababado en diferentes partes del mundo (India, Trinidad, Jamaica, Japón, Estados Unidos…). En “Kala” hay lugar para la world music más fresca y capaz de evitar lugares comunes (esos bombazos que son “Bird Flu” y “Boyz”), los homenajes al cine de Bollywood en “Jimmy”, que recupera uno de los temas de la película “Disco Dancer”, los rompepistas marca de la casa (apunten: “Mango Pickle Down River”, “XR2” o “Hussel”, esta última con guiños incluidos al “Blue Monday” de New Order y al “Where’s My Mind” de Pixies), las colaboraciones con Timbaland (“Come Around” no está entre lo mejor del lote, pero convence) y Diplo (que presta su ayuda en algunos cortes), e incluso se atreve con las guitarras indies en “The Turn”. M.I.A. sigue volando alto en su segundo asalto. Nada de hypes, esto va en serio.