Asking For A Ride
Discos / White Reaper

Asking For A Ride

7 / 10
Sergio Ariza — 08-02-2023
Empresa — Elektra
Género — Power Pop

White Reaper comenzaron haciendo punk de garaje con estribillos power pop y una energía desbordante desde Kentucky. Tras el notable “The World's Best American Band”, en 2017, fueron fichados dos años más tarde por una gran compañía, Elektra, y entregaron You Deserve Love, en el que estaban las melodías pero no la garra. Era un disco demasiado pulcro, mirando de reojo a las listas. A los chicos no les gustó aquella producción y ahora se ponen ellos mismos detrás de la mesa para entregar este “Asking For A Ride” con el que volver a hacer lo que mejor saben.

En el inicio vuelven a buscar ese punto de agresión de sus primeros discos, algo que no dudan avanzar con la brusca “Asking For A Ride”, punk rock con un punto metal, en una canción a mayor gloria de Lemmy, escuchándola uno entiende que Metallica les tuvieran en su lista para ese “The Metallica Blacklist” en el que se homenajeaba a su “Black Album”.

Las revoluciones no bajan con “Bozo”, una canción que podrían haber firmado Foo Fighters, aunque empieza a parecer evidente que al revés que en “You Deserve Love” aquí hay garra pero las canciones no son tan redondas. La cosa mejora con uno de los adelantos del disco, “Fog Machine”, que comienza con un riff digno de Thin Lizzy, con twin guitar, por supuesto, aunque el estribillo vuelve a estar más cerca de Cheap Trick que de los de Phil Lynott y en el solo vuelve a salir su adoración por Randy Rhoads.

Los teclados de Ryan Hater añaden un sonido más nuevaolero a "Getting Into Trouble With The Boss", otro de los momentos más pop del disco, aunque el solo vuelve a ser puro rock. En “Funny Farm” vuelven a encender todos los cilindros, riffs, actitud y guiños a Kiss. Es el sonido actual de White Reaper, más refinado que en sus comienzos pero con más músculo que en su anterior trabajo.

"Pink Slip" no deja duda de la enorme huella de Blink-182 en esta banda, impulsada por riffs contagiosos y una melodía pegadiza. “Heaven Or Not” es una especie de medio tiempo con fríos sintetizadores, aunque la melodía vuelve a sonar al punk pop de principios de siglo, creo que es de las más flojas del disco, y rompe un poco el tono del disco

“Crawlspace” vuelve a mirar a la new wave y al power pop, con un tema construido para elevarse con un estribillo soleado, si hay otro sencillo, esta es mi apuesta personal. “Thorn” tampoco está entre lo más destacado del disco, punk pop genérico. Pero se les disculpa con el final, con la mejor canción del disco, “Pages”, aunque ni mucho menos la más representativa. De primeras se abre con una guitarra acústica y cuenta con el estribillo más certero de su carrera, tanto es así que podría pasar por un sencillo perdido de The Wonders, con un estribillo al que Adam Schlesinger hubiera dado su sello de aprobación, desde luego es la canción más cercana al espíritu de su tema más conocido hasta la fecha, “Might Be Right”.

En definitiva es un disco divertido y con garra, algo que se les presupone, en el que han ganado algo más de músculo pero en el que pesan las canciones de relleno. Aun así es perfecto para escuchar a todo volumen en el coche y su contagiosa energía puede hacer que una nueva generación descubra el placer de los estribillos certeros y las guitarras a todo volumen. Cheap Trick, Thin Lizzy, Weezer o Kiss dan su aprobación absoluta a este disco.

 

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