Muy atrás queda ya aquel debut homónimo con el que Wavves se mostraban al mundo en 2008. También ese álbum de título “King Of The Beach” (Bella Union, 10) con el que reclamaron la atención de los medios especializados y que se abría con la canción de idéntico nombre que, hace ahora quince años, resonó una y otra vez en cualquier garito que se preciara de pertenecer al circuito indie. Desde entonces, los de San Diego han seguido publicando discos, con frecuencia tan fiables como conformistas en formas y maneras, además de en conclusiones.
Una habilidad, la de Nathan Williams y compañía, latente cuando se trata de manufacturar una buena descarga de indie-pop-rock guitarrero con aire vintage (o atemporal, según se mire), alma punk o new wave y querencia surf, si bien es cierto que nunca han conseguido igualar el hito que supuso el que por entonces hacía tercer álbum en su casillero. En cualquier caso, los californianos siguen a lo suyo, también en el presente “Spun” que incluye trece nuevas canciones y cuarenta y cinco minutos vitaminados, con momentos creíbles (“Spun”, “Lucky Star” o “Big Nothing”) compartiendo espacio con otros algo más tópicos y previsibles (“Gillette Bayonet”, “So Long”, “Machete Bob”).
“Spun” es, en cualquier caso, un disco que puede presumir de no incluir trampa ni cartón, con el talante creativo del combo supurando por los cuatro costados. El escollo reside en que la oferta resulta algo reiterativa y ya no desborda ni sorprende. Tampoco impacta tan de frente como cabría esperar y por el camino se concreta en alguna destacada, varias piezas aceptables que no desentonan, y otras que hubiera sido mejor sacrificar en beneficio de la funcionalidad de la obra. Un producto que, en definitiva, queda tan lejos de amargar como de entusiasmar.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.