Islandia es tan desconocida por estos lares como lo puede ser la sutileza de las portadas de este grupo. Con ello algo queda ya antedicho: siguen siendo un grupo de artistas del buen vivir (entre los cuales se esconde también el fotógrafo de tales imágenes) que de la falta de luz en su isla y el rodaje de un film hicieron un debut de relativo éxito, “Polydistortion” (4AD, 97).
Ahora el Dj y el programador, los dos miembros más experimentados del combo (no en vano, anteriormente formaban T-World entre el 92 y el 95) remezclan siete temas instrumentales de su banda inicial sin perder contacto con la imaginaria generada por el paisaje lunar islandés (frío, árido, salvaje y brutal). El producto son terrenos lubricados de deep house, techno de Detroit y downbeat groove, pero con suficiente delicadeza para ser escuchados por amantes del pop. Un sonido sintético, monocilíndrico, pero con espacio libre para la imaginación y con escaso parentesco con el predecible “This Is Normal” (4AD, 99). Se crea una atmósfera limpia de principio a fin (sólo fracturada por “Purple”, tema ya editado anteriormente), con temas que no hace falta ser escuchados en el club para su disfrute. Una muestra más de la actividad del grupo pluridisciplinar que no causará el revuelo suficiente. Y es que, de nuevo, siguen de espaldas a los días de empaque acrílico.
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