Kasba Music sigue con sus reediciones gloriosas de discos míticos en formato vinilo. Y si el año pasado pudimos disfrutar de “El lado oscuro”, ahora le toca el turno a otro de los grandes clásicos de Maniática: “Vitaminas A”. Esta ópera prima se publicaba originalmente en casete por El Lokal en 1988, con las primeras composiciones del quinteto de Villena integrado por los hermanos Ruiz –Javi Chispes (guitarra, voz y letras), Txispín (bajo y coros)– y Fernández –Amador (guitarra), Chato (batería)– junto a Viri (voz principal). El audio original se grabó y mezcló entre los meses de agosto y octubre de 1988 en los Estudios Adeso de Elda (Alicante), con Ximo Romero junto al propio Txispín al cargo de la mezcla. En 1997, cuando Illa Records lo reeditó en CD, se remasterizó todo en Estudi Panorama de Sant Climent (Barcelona), de nuevo por Txispín junto a Climent. Ahora, Óscar Streamline (O.S. Records) lo ha vuelto a masterizar para formato vinilo.
El resultado es esta impecable edición, con la icónica portada diseñada por Txispín (con el dibujo de Miche) readaptada para el LP y las fotos de los cinco integrantes firmadas en la contra. En el interior encontraremos las letras, los dibujos originales, los créditos, el entrañable texto que escribió el dibujante Carlos Azagra para la reedición en CD de 1997 y uno nuevo firmado por la propia banda. Todo junto al precioso vinilo rojo que recoge las dieciséis canciones de este debut, manteniendo el orden original pero dejando fuera las dos que se incluyeron como extras en el compacto de Illa Records (“El parado y la cocina sin pagar” y “E-C-O-L-Ó-G-I-C-O-R-O-C-K-A-N-D-R-O-L-L”, publicadas originalmente como single independiente en 1987).
“Érase una vez… un “estudio de grabación” (suponemos que lo llamaban así porque cobraban”, dice la propia banda. El sonido es hijo de su época: maquetero y chicharrero. Esto no le resta ni un ápice a la calidad de las canciones, lo verdaderamente importante. Siguen sonando frescas, afiladas, pegadizas y vigentes. Maniática plasmaba las inquietudes de una juventud rebelde, crítica y constructiva, con las reivindicaciones al frente (“¿A ti que más te da?”, “Maldita historia, maldita hostia”, “Números de plástico”, “Sudáfrica”) pero dejando hueco para el humor, la lujuria y la juerga (“Whisky compadre”, “La dura balada de la cerveza”, “El obseso”…). “Está claro que de escribir esos textos en estos tiempos no los habríamos tratado de la misma manera”, concluye la banda. La canción que más quebraderos de cabeza les traería sería “Pepino” (paradójicamente, también la más famosa del álbum), donde hablaban de aquel chaval que no se comía una rosca, incapaz de encontrar “una chica pertutti para poder joder, para poder follar” y que, tras las críticas feministas, terminarían reescribiendo como “Pepino y Carlota”. Toda una generación creció coreando aquellos temas en garitos, conciertos, casas okupas, asambleas y manifestaciones. Ahora, por fin pueden disfrutarlos en vinilo. Con un poco de suerte, lo haremos también algún día con los de otros discos de la banda como “Pero que no sea el último paso” (el último de su primera etapa, editado solamente en casete en 1995 antes de separarse) o “Por algo más que por gusto” (donde castellanizaron las letras de The Clash bajo el nombre de La Furia, aunque este sí que se reeditó en vinilo en 2017). Pero lo que realmente deseamos es poder volver a cantarlos en directo, si algún día se dan las circunstancias necesarias para que Maniática regrese a los escenarios. Acracia-vitamínica es la solución.

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