Sworn
DiscosThe Mary Onettes

Sworn

6 / 10
Raúl Julián — 02-12-2025
Empresa — Welfare Sounds & Records
Género — Post punk

Allá por el 2007, The Mary Onettes consiguieron hacerse con un buen cartel, en base al apogeo genérico de las bandas escandinavas –en parte motivadas por la actividad del sello Labrador– y, por supuesto, gracias a un excelente debut homónimo y su meritoria continuación, “Islands” (Labrador, 09). La formación sueca entraba de lleno en aquel cupo de bandas que practicaban el revival post-punk y saqueaban, sin tapujos en beneficio de sus propias canciones, las influencias de Joy Division, Echo & The Bunnymen, The Chameleons o incluso The Cure.

Ha pasado más de década y media desde que apareciera el que fuese segundo álbum del combo y la burbuja ha ido deshinchándose progresivamente, hasta el punto de que es probable que muchos ni siquiera recuerden, a estas alturas, al grupo liderado por los hermanos Ekström. “Sworn” haría las veces de recordatorio tras doce años de silencio discográfico, y si bien la banda apura sus opciones dentro de ese indie pop de oscuridad manifiesta y cadencia dream-pop, se muestran algo más vaporosos de lo habitual, dejando abiertas pequeñas rendijas por las que entra un halo de luz invernal.

La propia interpretación de Philip Ekström supone el déjà vu acuciado de la referencia, rememorando parte del atractivo de The Mary Onettes y apurando lo que queda de aquellas capacidades seductoras. El hándicap aparece, precisamente, en torno al nivel compositivo, con un total de once piezas que, en media, no pasan de lo meramente admisible. Sin entorpecer la escucha ni apuntar a ningún desastre, pero alejadas de cualquier pico de intensidad. Queda conformarse con algunos destellos surgidos durante la inercia generalizada que guía “Sworn”, materializados en “Slide”, “The Big Shake”, “Eyes Open” y “Stop This Melody”, o lo que serían las mejores de la referencia.

Un conjunto que, por supuesto, queda lejos de aquellos logros consensuados en unos inicios que hacían presagiar lo mejor para una formación que también podía presumir de manejar un sólido directo. Una vez más, y en el caso de los de Jönköping, cabría aplicar la máxima de que suele ser más complejo mantenerse que el mismo logro de llegar. The Mary Onettes son ahora un grupo aceptable, incluso agradable y que sigue motivando cierto cariño. Pero solo es uno de tantos... y lo cierto es que sus movimientos de los últimos tiempos no apuntan al optimismo de cara a una resurrección en firme.

 

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.