Undress
Discos / The Felice Brothers

Undress

8 / 10
Don Disturbios — 23-05-2019
Empresa — Yep Roc
Género — Alt-Country / Americana

Tras el evidente patinazo que había representado su anterior disco Life In The Dark a The Felice Brothers le tocaba mover ficha para hacer algo sonado o, de lo contrario, debían asumir el riesgo de quedar relegados a lo nimio, ante la implacable dictadura de la actualidad que todo lo engulle a una velocidad de vértigo. Ellos mismos habían reconocido en público que no estaban contentos con el devenir de sus últimos pasos y, no sabemos si a consecuencia de ello, ha habido un relevo de parte de la banda que ha incorporado a Will Lawrence a la batería y a la bajista Jesske Hume. Sangre fresca que ha revitalizado la propuesta de los hermanos Ian (guitarra-voz) y James (teclados-acordeón) que han asumido de nuevo ese punto de ironía, mala leche y diversión que siempre atesoraron. Un cachondeo que queda patente desde el primer tema, el excelente “Undress”, en el que despelotan literalmente a todo cristo en Estados Unidos. Recibe todo el mundo: de Republicanos a Demócratas, pasando por evangelistas, el Banco de América, el intervencionismo y cualquiera que se ponga a tiro. Además lo hacen con un tema en crescendo que acaba con un demoledor estribillo apuntalado por un saxo que mejora la textura del tema. Pero la ironía sigue su curso y queda de lo más patente en el siguiente tema “Holy Weight Canp” donde, a través de una inquietante melodía, describen el proceso de desprendimiento de todas las cosas materiales que nos rodean.

Tras esta, llega “Special Announcement”, otro de los hitos del disco, en el que de nuevo aflora la juerga y que  promete la calurosa intervención del público en los conciertos. Un tema en formato himno en el que Ian Felice nos confiesa que está ahorrando todo su dinero para ser presidente. ¡Qué demonios! Más de uno, entre los que me incluyo, acabaríamos votándolo. Lástima que el despelote instrumental final, a modo de duelo entre piano y guitarra, quede difuminado en un final precipitado. Podrían haber alargado la jam un poco más. Y tras lo que parece un pequeño paréntesis (“Nail it On The First Try”) llega otro intenso tema en el que el vocalista despliega de nuevo su ironía. “Salvation Army Girl” arremete contra la caridad mal entendida con un ritmo tan trepidante como entusiasmado. “Poor Blind Birds” es una excelente balada gospel con el órgano de iglesia de James acompañando el lamento de un Ian que nos evidencia que somos una panda de pajarillos ciegos viviendo en un mundo que no comprendemos. Y de nuevo llegamos a otro de los hitos del disco: “Tv Mama” es un medio tiempo ganador que se mueve dentro del terreno del country rock (excelente solo de guitarra) con una letra tan críptica, como envolvente en su estribillo. Canción que conecta con otro himno de vocación vaquera fantástico titulado “The Kid”.

Y es que la recta final del álbum se olvida del cachondeo inicial y se pone más seria. Solo hay que escuchar “Hometown Hero” (que recuerda a la senda que no deberían haber dejado Mumford & Sons) o “Days The Years”, con ese aire tan Johnny Cash, para darse cuenta de ello. Un tono más crepuscular interrumpido tan solo por los aires hillbillies de “Jack Reminiscing”. Mención aparte merece el broche final de “Socrates”. Tema que, por su tono confesional, parece un descarte de la excelente colección de canciones que nos regalos Ian Felice en su álbum en solitario titulado In The Kingdom Of Dreams. Una preciosidad que cierra por todo lo alto un disco que recupera la fe que habíamos depositado en los hermanos Felice. Una fe que andaba algo tocada y que, en algún momento, hizo que nos preguntáramos si la solución pasaría por la vuelta al redil del tercer hermano en discordia, el siempre díscolo Simone. Afortunadamente no ha sido así.

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