Starfucker
Discos / Slayyyter

Starfucker

6 / 10
Álex Jerez — 23-10-2023
Empresa — Fader
Género — Pop

Catherine siempre ha tenido muy claro su público, pero no tanto su identidad. Es una superviviente total que ha ido saltando de rama en rama tocando todo aquello en lo que se veía cómoda, adaptándose como un auténtico camaleón en función de las tendencias pop y buscando ese hueco en la escena alt-electro que siempre ha querido. Sin embargo, a pesar de todo esto ha habido algo que ha permanecido en su ADN musical desde el principio, desde que subiera aquellos primeros temas a Soundcloud. Evidentemente, hablamos de su obsesión por la perfección pop y esa esencia ochentera que ha levantado Slayyyter atravesando cada lanzamiento en mayor o menor medida. Y es aquí cuando entra “Starfucker” para tratar de redondearlo todo y cumplir su mayor sueño: ser una diva más.

En la búsqueda de su lugar dentro del hyperpop actual, Catherine ha masticado sintetizadores como nadie tragándose todas esas producciones de pista de baile chiclosas y adictivas que coronaron los dosmiles. Pero, también ha explicado en alguna entrevista que se ha hecho fan de Kavinsky y ha decidido dar un giro mucho más sucio a su música al descubrir una vena que siente que necesita explorar. “Starfucker” es un disco con el que recoge las idas y venidas de la artista poniéndole sentido a toda esa decadencia que refleja su corta carrera, a esas ansias de popularidad no alcanzada que parece que la ahogan lanzamiento tras lanzamiento. Y esta vez lo hace pintándolo todo de sexo, drogas, alcohol, de fama absurda, toxicidad y un Hollywood de plástico totalmente destruido.

A veces cheesy, a veces algo más interesante. Este segundo álbum vive a base de una falsa desnudez solo por juego y placer. Es una propuesta de consumo rápido, una droga para salir de fiesta que te da el subidón durante las primeros temas y que al final te lleva a los infiernos a base de canciones hedonistas y agotadoras por tanta pose. Una intoxicación de las buenas que solo dura treinta y cinco, pero que deja una resaca posterior tan intensa que cuesta asimilar lo que acabas de consumir. Catherine está segura y cómoda recorriendo desnuda las calles de Los Ángeles, sintiéndose el centro, generando deseo tras salir de una relación pasada, construyendo un poco más ese personaje que tanto ansía bajo el desquicio y la locura. Así que, para conseguirlo, la artista se ha unido a figuras que ya conocen todo eso a la perfección. Vaughn Oliver (Kim Petras, Megan Thee Stallion, Nicki Minaj) pasa por este disco generando esa explosión petarda que es “Purrr” y en la que también se cuela Aaron Joseph. Junto a ellos, Valley Girl firma algún que otro tema ayudando a Catherine a acercarse a una zona más segura dentro del pop. Entre los que destacamos esa “Tear Me Open” en la que por primera vez en todo el disco vemos a la artista algo más humana reflexionando sobre el amor y su pérdida.

“Starfucker” no es una joya que perdurará al paso del tiempo, pero sí es un esfuerzo evidente, por parte de una artista a la que siempre se ha juzgado por falta de autenticidad, de marcar un antes y un después. Explora ciertos caminos que la colocan por fin en una posición dentro de la industria en la que le va a ser más fácil seguir desarrollándose. Un mundo artificial mucho más oscuro protagonizado por una Catherine más fuerte que le ha servido para crecer en la dirección correcta y abandonar un poco ese intento PC Music en el que no terminaba de encajar del todo. Un viaje electro con regusto trash que hasta puedes disfrutar en cualquier tarde tonta en la que necesites salir un poco de la realidad.

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