Ya saben de qué va la historia: el siempre genial Lars Von Trier, Björk, las apocalípticas peleas entre ambos, una película con números musicales (“Dancer In The Dark”) y una banda sonora firmada por la ex-Sugarcubes. Obviamente, todo ello debía reflejarse en esta banda sonora –excepto lo de las trifulcas, claro está-; y así ha sido. “Selmasongs” es un nuevo disco de Björk (breve, muy breve, pero disco al fin y al cabo), pero fundamentalmente resulta ser una banda sonora.
Y, aunque la islandesa siempre ha captado cierta energía cinematográfica en sus trabajos en estudio, eso es algo que evidencian las siete piezas que uno escucha en estos treinta y tantos minutos. Desde esa “Overture” instrumental que nos adentra en una “Cvalda” primitiva, de aires industriales (recuerden que ahí sigue Mark Bell) y percusiones minimalistas para bucear más tarde en las cálidas aguas del musical de los años treinta (algo que vuelve a conseguir en “In The Musicals”, con esa magistral combinación entre la fiereza electrónica del LFO y la orquesta dirigida por Vincent Mendoza), pasando por “Scatterheart”, una pieza que bien hubiese podido cuadrar en “Homogenic”, o ese dueto triste y sentido llamado “I’ve Seen It All”, poblado por tristes lamentos y que aúna la fuerza de los registros de una Björk capaz de llegar aún más allá y un Thom Yorke que extrae toda la intensidad y calidez que su más limitado registro le permite. Banda sonora, sí; breve, sí: pero también preciosa.
These are two wonderful shots, each tnllieg a story. You reminded me of a bakery tour I took at a very popular bakery in Paris. They make a very well known sour-dough bread and they still bake it in wood fired ovens. The bakery we went to was small with on man working the oven but, they told us that they have a much larger facility on the outskirts of Paris where they produce larger amounts but, that place also still uses wood fired ovens. Amazing.