Formateando
Discos / Pedro Ladroga

Formateando

8 / 10
Manuel Jubera — 12-06-2018
Empresa — Autoeditado
Género — Trap

Toma dos de los mejores productores del país, suma cinco años de evolución artística y la inmediatez que les ha brindado internet y el resultado es éste: “Formateando”, un disco extrañamente redondo que sobrevivirá a los devenires del mainstream.

La génesis del disco es tan poco categorizable en lo que a tiempo y estilos se refiere como sus propios creadores: Pedro LaDroga, un tipo que en los últimos seis años ha publicado 13 discos “oficiales” aparte de un chorreo constante referencias en bandcamp mientras bromea acerca de las implicaciones filosóficas del último movimiento al que le han adscrito: el vaporwave. Y horror.vacui, una figura discreta que se ha mantenido en la sombra produciendo trip hop y future bass pero que sin embargo, ha logrado que sus texturas electrónicas invadan la escena del hip hop contemporáneo yendo desde Elio Toffana o Dano hasta Recycled J pasando por el último álbum de C.Tangana. Ante semejante escenario, el modus operandi creativo se antoja tan complicado como natural: En el 2013 horror.vacui empezó a mandarle puntualmente ritmos a Ladroga y éste trabajaría sobre ellos al momento hasta el día de hoy. Las consecuencias de semejante correspondencia electrónica son fáciles de ver: “Formanteando” es quizá uno de los discos más frescos y raros en lo que música urbana se refiere, está compuesto por diez canciones de las cuales solo tres de ellas guardan una estructura: “R.I.P. (Blocked N Locked)”, “Invisible” y “Format C ::/”, y cada corte está hecho con la libertad propia que guía lo espontaneo.

Así, lo que empezó con el sampleo de “See You Later” de Flip Nunez en “Sounds Like Love” de Illa J y se convirtió en “2013 (Todo Se Va Perdiendo)” al teñirlo de future garage, ha encontrado su punto y final en “Uy” donde las máquinas de escribir se samplean y se invoca a Flying Lotus entre guitarras y sonidos de orchestra. Un viaje oscuro en el que ambos han traducido el desarrollo de su personalidad, espaciando el vapor robótico de LaDroga entre toques de clásica mientras un hilo conductor oriental cruza todo el trabajo y señala una nueva etapa.

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