Fantasya

El sevillano Pedro LaDroga se ha ganado el respeto de todo el panorama urbano español desde hace más de un lustro. Su estilo diferente y alternativo, muy personal, con el que performa de manera ultrarreconocible para convertir su música en una especie de ritual, le ha hecho girar por todo nuestro país y colaborar con artistas reconocidos internacionalmente como Gianluca. También firmar con Helsinkipro, la independiente con la que han visto la luz sus dos últimos trabajos; el brillante “EUROCOCA” de 2019 y este “FANTASYA”, con el que Pedro LaDroga se sublima a sí mismo y se nos muestra durante prácticamente una hora y diecisiete canciones más alucinado que nunca. Excesivo.

“FANTASYA” es un viaje guiado por un Pedro LaDroga desatado y arropado por una cohorte de productores de primer orden que le han envuelto en capas y más capas de sonido y distorsión. $kyhook, Limabeats, Kabasaki, Enry-K… La calidad de las producciones está fuera de toda duda en este trabajo cuyas canciones funcionan mejor individualmente que como proyecto completo. Al escuchar este trabajo de principio a fin, a la antigua usanza, es normal (al menos en mi caso) acabar sobrepasado. Los temas se suceden uno tras otro y acaban perdiendo identidad propia. Sin estar atento no sabemos si estamos escuchando el tercer corte o el decimocuarto. No ayuda que el estilo sea tan particular y los sonidos (mucho autotune sobre beats sobrecargados) tan poco ligeros. Al trabajo lo mejoran también las colaboraciones vocales –en especial la de C. Tangana– que ayudan a romper con la atmósfera dominante y a crear una situación de sorpresa bastante positiva.

Es difícil entrar a valorar un trabajo de este tipo. La sensación de agobio, como cuando uno se pasa en una fiesta y quiere volver a sentirse bien pero no puede, es constante y, personalmente, no me invita a valorarlo de la mejor manera. Sin embargo quizá sea esa la intención de un Pedro LaDroga que sigue manteniendo un ritmo constante de lanzamientos, algo que es de agradecer, y que ha firmado un trabajo que seguro apasiona a su fans más incondicionales, pero que no logra romper un techo de cristal que se ha construido él mismo.