El amor y su difícil gestión. El amor con su euforia, desilusión, entrega… Esta es la línea de empuje del primer disco de pablopablo en el que, tras una inteligente mixtape que le sirvió de laboratorio de ideas, ha limpiado todo aquello que no le representaba y conseguir así mostrarse al mundo de la forma más sencilla, auténtica y transparente posible.
Pablo se sitúa con esta nueva vida artística como contador de historias, narrador de aventuras emocionales, en un disco bello y pasional. Por “Canciones en Mí” ha pasado la buena mano de Pucho, la preciada visión de Ralphie Choo, el enriquecimiento de un bagaje cultural que ha heredado Pablo y que a su corta edad le hace mirar la música desde los ojos del respeto. El propio artista confesó que, entre tantos disparos creativos e ideas que llenaban su cabeza, tuvo que buscar una vía de escape para lograr focalizar bien su propuesta y decidió colocarse límites a la hora de desarrollar cada pieza. Algo que le ayudó a trasladar mejor el mensaje que tenía volando por su cabeza y darle el valor que se merece.
Pablo realiza con este disco un análisis del amor desde una visión masculina y visceral. Trata de colarse en la cabeza de millones de individuos, entender situaciones extremas, rutinarias, afrontarlas, razonarlas y exponerlas. Y claro, en todo este viaje de testosterona la única respuesta frontal del otro lado es la de Amaia en “De Ti”, la cual entra en el disco abrazando a Pablo con delicadeza, cuidando sus espacios y generando uno de los temas más redondos del disco. El proyecto inicia con un instrumental que se expone como una especie de metamorfosis sufrida por el Pablo del pasado hasta encontrar la línea de desarrollo que seguir hasta el presente. Y cierra con la pieza más pura, y casi maquetera, que identifica muy bien la desnudez que quería el músico con esta obra. Porque, en realidad, como mencionamos al principio, el secreto de todo está en la eliminación de capas, en la búsqueda de la generación de canciones sencillas que nacieron de guitarra, piano, voz; de largas noches de hotel. Pero, a su vez, conseguir representar las inquietudes y empuje del Pablo del presente apostando por un cuidado trabajo de producción donde acabó cerrando cada una de las canciones dirigiéndolas a dar visibilidad a elementos que muestran a un artista que entiende y abraza el discurso musical actual.
Con “Canciones en Mí” aparece por fin una identidad completa como artista que va a traerle a Pablo muchas alegrías en su enorme desarrollo futuro dentro de la industria. Es evidente que una vez consigues solidificar las bases y establecer ciertas raíces que desprenden verdad sobre las que crear y evolucionar; el desarrollo puede ser infinito.
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