Nicola Cruz continúa su labor como agente transformador de la música electrónica contemporánea con este epé que firma en asociación con el artista brasileño Pigmalião y que, en una muestra más de la organicidad que caracteriza a ambos artistas, no lleva por título más que sus dos nombres. “Nicola Cruz/Pigmalião” es un trabajo compuesto por cinco cortes en los que el talento de los dos artistas latinoamericanos para crear viajes sonoros queda patente en todo momento.
Por un lado, Nicola Cruzcontinúa su camino de experimentación que pillará algo descolocaos a los que ya alucinaron con “Siku”, su último álbum, tras haber mudado la piel que le dio la fama en 2015, más cálida y natural. En este proyecto se despoja de forma más evidente de las etiquetas de Andes step, que el mismo inventó para clasificar “Prender el alma”. En su caso esta evolución parece lógica y ordenada, guste más o menos. Por otro, Pigmalião –que es el responsable del sello Frente Bolivarista, un proyecto en el que mediante la básica se podría cumplir el sueño de Bolívar de tener una Latinoamérica unida, y que no había abandonado tanto como Cruz los recursos provenientes de la música andina– no termina de dejar tan patente su influencia en el epé. Evidentemente gana en exposición poniéndose al lado de un gigante como Nicola Cruz pero, desde el lado del oyente, su propuesta (o, por lo menos, la línea de lo que hasta ahora había sido su propuesta) se diluye más.
De todos los cortes que componen este trabajo, es en la dupla “Formante” y “B2” donde mejor queda reflejada la intención del proyecto. Ambas canciones se complementan y mientras la primera apuesta por un ritmo más enérgico, la segunda se recrea sonando como en una espiral envolvente que deja muy claro por qué Nicola Cruz es uno de los artistas más importantes de la electrónica a día de hoy.
En definitiva, “Nicola Cruz/Pigmalão” es un trabajo ambicioso e interesante, que ahonda en la línea de lo que Cruz viene trabajando en los últimos tiempos (tanto sonoramente como en su afán por colaborar con otros artistas) y que, sin duda, ayudará a un Pigmalão a ganar repercusión, aunque para ello haya tenido que convertirse en cola de león. Pero qué león.
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