Quince años después, Nadadora vuelve con un disco que habla de reconstrucción y de una manera distinta de situarse en el tiempo. "Mañana y Siempre" no busca épica ni nostalgia: es un retorno que nace de la necesidad de seguir creando y no de una estrategia de impacto. Esa honestidad lo sitúa ya en un terreno poco habitual dentro de los regresos recientes.
Publicado por Ernie Records, el disco retoma el lenguaje del grupo de O Grove con una madurez natural. Las seis canciones combinan el indie pop melancólico de sus inicios con una producción más amplia y cinematográfica. La voz de Sara Atán adquiere un papel central, especialmente en piezas como “1997” o “Aparecer”, que avanzan entre claridad y zonas más oscuras sin dramatismo.
Este regreso contrasta con la tendencia actual de reunir bandas sin aportar material nuevo. Muchos retornos funcionan como reclamo festivalero antes que como proyecto artístico. Nadadora optan por lo contrario: presentan canciones nuevas, un sonido actualizado y una lectura vital coherente. No vuelven para activar la nostalgia, sino para abrir etapa.
El disco incorpora dos ideas que lo ordenan: la referencia a Mañana y tarde de Jon Fosse, que inspiró a Gonzalo Abalo, y la imagen del kintsugi propuesta por Sara Atán, que entiende las grietas como parte de la forma. Esto se traduce en composiciones concisas, sin adornos, centradas en una idea por canción.
La reactivación del grupo fue sencilla: Sara y Gonzalo empezaron a tocar en Madrid sin expectativas y, a partir de ahí, recuperaron la dinámica con Edu Romero, Dani Abalo y Moncho Couselo. Las voces a dúo aparecen menos, pero la banda suena cohesionada y con referencias que acompañan sin posar: The Cure, Low, Beach House o Prefab Sprout. La producción de Martí Perarnau IV y el trabajo en Estudio Uno aportan solidez y una ligera experimentación medida.
El regreso de Nadadora suma al panorama gallego porque reivindica algo poco habitual en un momento dominado por la inmediatez: tomarse el tiempo necesario para hacer un disco que tenga sentido. No es una operación de nostalgia, sino una continuación natural de una trayectoria que había quedado en pausa.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.