Memories, Dreams, And Reflections

Si a comienzos de los noventa un oráculo vaticinaba que John Zorn, el genio delirante de la vanguardia más berraca de Nueva York y Dave Lombardo, el batería endemoniado de los titanes thrashers Slayer conformarían una productiva yunta creativa treinta y pico años después, probablemente el adivino hubiera perdido todos sus clientes.

Lo cierto es que todos estos años y tras la innegable influencia de Mike Patton en esta relación, Zorn y Lombardo tienen un CV conjunto bastante importante el cual se engrosa por esta nueva referencia que sale por Tzadik, el sello del veterano saxofonista.

“Memories, Dreams, And Reflections” es lo que sucede cuando se suelta a estos dos en un estudio con la simple idea de improvisar. Todo lo que sucede en estos treinta y ocho minutos puede que tenga explicación en los pensamientos y las entrañas de los dos virtuosos, para el resto de mortales queda el excitante (o agotador e insufrible) ejercicio de interpretar estos sonidos. La velocidad en las que estas improvisaciones pasan de lo barroco a lo minimalista es sorprendente. En “A Dangerous Requiem” parecen imitar los sonidos de la naturaleza, mientras Lombardo demuestra su evolución desde ser una aplanadora a tempo constante a ser alguien que puede moverse con soltura dentro de los espectros de pura desestructuración y caos que propone Zorn.

También hay momentos que suenan a conceptos extraños, como el del tribalismo urbano –si es que eso existe– que deriva en descargas de jazz-grindcore instrumental. “Hail and Thunder” se lleva el galardón a pieza más coherente del conjunto, y eso que juega al máximo con el concepto de tensión/release, vestido de escalas del Medio Oriente. Podríamos seguir con una “Timestead” que suena a banda sonora de un inframundo alcantarillado o con “Santeria”, quizá lo más hardcore y lineal que propone el trabajo, Pero tenemos que decir que Lombardo se empecina en seguir los caprichos de Zorn y triunfa en su empresa en un disco que nunca abandona su carácter frenético e insaciable. Cada momento necesita ser más intenso que el anterior, ofreciendo una intensidad quizás innecesaria, pero también indiscutible.