Life In Cartoon Motion

Si estuviese escuchando a Mika con dieciocho años, puedo asegurarles que le odiaría con toda mi alma. Creo que fundamentalmente porque este jovencito multiinstrumentista y compositor nacido en Beirut y actualmente afincado en Londres vendría a ser una suerte de rumiante de la música pop más comercial de los setenta y de los ochenta. Sus canciones suenan a los Queen más melosos, al George Michael pre-salida del armario, al Elton John que menos me gusta (el de “Ice On Fire”, por ejemplo, en el que curiosamente también colaboraban Michael y John Deacon de Queen), al Robbie Williams de las horas bajas, a unos Scissor Sisters relativas ganas de bailar (se desmelena en piezas como “Love Today”), al Gilbert O’Sullivan de “Alone Again (Naturally)” y, por supuesto, a los Cutting Crew de “(I Just) Died In Your Arms Tonight”, de la que birla más de uno o dos trucos para dar forma a (y su tema más efectivo) “Relax, Take It Easy” –no voy a ser ni el primero ni el último que se lo recuerde. Pero ocurre que uno ya no tiene dieciocho, sino bastantes más. De ahí que “Life In Cartoon Motion” y canciones como “Grace Kelly”, “Stuck In The Middle” o incluso la sonrojante “Lollipop” acaben entrándole conforme se suceden las escuchas, y hasta gustándole. ¿Es eso bueno? ¿Es eso malo? Difícil respuesta. Lo que sí puedo asegurar es que Mika cuenta con todos los ingredientes para que su disco venda como churros sin que ello suponga que ofendamos por verle arriba en las listas. Para que el dinero se lo lleven Maná, Antonio Orozco, David Bisbal, Paulina Rubio, La Quinta Estación o Shakira, pues que se lo lleve Mika, que mola bastante más.