Aceptamos la crítica al gobierno Bush y el rechazo a la guerra de Irak como argumentos para defender el nuevo trabajo de Trans Am. Hay quien dice que el trío perdió su gracia tras "The Red Line". Se supone que todo lo que podían dar de sí lo dieron en aquél, en su disco de debut y quizás en "Futureworld". Eso es lo que se supone. Lo que yo entiendo es que desde "T.A." cambiaron de tercio y nos dejaron con la impresión de que habían pasado a tomarse la vida a pitorreo, que -no me pregunten por los motivos- los ochenta les estaban sorbiendo los sesos poco a poco y que ya nada tenían que ver con aquellos grupos tan inteligentes con los que les comparábamos en sus mejores momentos. A partir de entonces eran otros Trans Am, diferentes y también peores, pero aún a un trecho del descalabro.
Ahora, con "Liberation" en la calle, nos están diciendo que mantienen la actitud, que saben recuperar algo del pasado y que saben utilizar la música como forma de protesta ("Music For Dogs", "Total Information Awareness" -puro Gary Numan, óiganme- y muchas otras). Lo que han conseguido en su nuevo disco en combinar lo peor de si mismos con algo de lo mejor, permitiéndonos volver a tenerles en cuenta en las condiciones en que se merecen. Aunque sus mejores temas queden ya algo atrás.
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