23

Cuando uno recuerda su vida, inevitablemente, la deforma, suaviza y reconstruye a través de sus anhelos y temores. Una verdad que acaba amoldando a la percepción de uno mismo. Lo que parece ser solo una sucesión de momentos se convierte, con el tiempo, en relatos cargados de emoción y sentido. Así se nos muestra “23”. En este trabajo, la artista no solo revisita su pasado reciente, sino que lo convierte en una reflexión profunda sobre el amor, la amistad y el paso del tiempo, todo ello acompañado de una sonoridad más madura y experimental.

A través de las ocho canciones que componen el disco, la catalana abre una ventana a su vida, a su crecimiento personal y artístico. Su sonoridad se eleva un paso máas allá del pop más comercial que presentaba en su anterior disco para adentrarse en terrenos más atmosféricos y ambientales, però sin renunciar al pulso rítmico que la caracteriza. El reggaetón, la bachata y la electrónica se entrelazan con una naturalidad sorprendente, creando una mezcla única tan global como íntima.

A lo largo del álbum, Julieta reflexiona sobre los ideales juveniles de amor eterno, esos sueños que se desvanecen con los golpes de realidad. Pero, más que una ruptura, el disco es una aceptación: una forma de abrazar el cambio y de rendirse a la espontaneidad que la vida ofrece. Su música se convierte en una fábula moderna, un relato pop que se inspira en lo cotidiano pero lo eleva a través de la estética y la emoción.

Y si mantiene Barcelona como escenario, la gente que compone su ciudad también sigue presente. El amor trasciende más allá de la pareja, para encontrar autenticas odas a la amistat y a las niñas que estas fueron en el pasado. En un juego magistral de voces de niñas pequeñas y grabaciones de sus amigas, logra hacer palpable su presencia en el disco. El LP alcanza su punto culminante con la combinación “Bruna”, dedicada a su mejor amiga, y “Amigos para siempre”, su versión personal del clásico (a su vez versión) de Los Manolos, un tema que no solo celebra la amistad, sino que también subraya la importancia de esos lazos que, más allá del amor romántico, son los que realmente nos definen.