House Arrest

Nuestro marciano favorito está de vuelta con la reedición de un trabajo, editado originalmente en 2002, que vuelve a mostrar la particular forma que tiene de entender el pop este atípico músico angelino. Atípico por su personal manera de grabar sus canciones: en un cutre ocho pistas y con un sintetizador de baratillo de la forma más desastrosa y chatarrera posible.

La gracia está en que, a pesar de esas limitaciones técnicas (no tiene banda porque no quiere), su obra apenas se resiente, quedando al descubierto canciones como soles que, de estar grabadas en condiciones, de buen seguro tendrían más repercusión. “House Arrest” quizás sea su disco más accesible y el que presenta más cortes para el recuerdo. “Hardcore Pops Are Fun”, “Interesting Results”, “Flying Circles”, “Every Night I Die At Miyagi´s” o “Alisa” es pop raro del bueno de esencia nuevaolera que, por momentos, se mira en el espejo de los Television Personalities más psicóticos o de los Teardrop Explodes del “Kilimanjaro”. Influencias que dejan bien a las claras la sabiduría de Ariel Pink, un tío (por suerte para todos) empeñado en no salir de su burbuja y no estropear su talento en bruto. Un talento que no necesita ser pulido para lucir como el que más.