Gore

Es duro enfrentarse a un trabajo como "Gore" no entra de buenas a primeras, necesita tiempo y oxigeno. Deftones es una banda madura, adulta, asentada… han dejado la muerte atrás, divorcios, disputas internas. No son los adolescentes rebeldes y furiosos de "Around The Fur" ni los treintañeros alternativos y melancólicos de "Saturday Night Wrist" son unos cuarentones llenos de la sabiduría que otorga la experiencia y a la vez ávidos de nuevas experiencias. Contradictorios, malhumorados, sarcásticos y también con claros brotes de violencia provocada por la insatisfacción personal. Su música es un estado mental y el suyo en este momento es el de la confusión del que se sabe adulto, pero no quiere perder su lado adolescente.

Todo artista plasma en su arte, sus frustraciones, sus deseos, sus esperanzas y sobretodo su experiencia vital, Deftones están ahí, intentando encontrarse y sobretodo intentando encajar en un escenario nada propicio, con cada disco les es más difícil conectar con un público que ha crecido con ellos y que ahora se enfrentan a sus mismos miedos.

Hay rabia bien canalizada, positiva como en "Prayers/ Triangles", nuevos caminos melódicos como en "Acid Hologram", brillantes momentos de seguridad en la que tu confianza en ti mismo te hace sentir especial como en "Hearts/Wires" o momentos de bajón emocional en los que piensan que el mundo conspira contra ellos, de ahí "Phantom Bride" con Jerry Cantrell echando una mano. Por momentos la sangre lo tiñe todo, en otros la luz del sol brilla hasta cegarnos de felicidad. La vida es un regalo y sucede como con la canción "(L)mirl" que te aferras a ella aunque haya días muy jodidos. Cuando echen la vista atrás y vean el camino andado, estos pasos le darán más valor a cada paso futuro.