Los Sepulcros
DiscosFranco Carter Y Jeke Mamoneos

Los Sepulcros

8 / 10
Daniel Caballero — 20-07-2025
Empresa — Autoeditado
Género — Rap

Se confirma de nuevo que la proteína que nutre al rap está en los márgenes de los focos. El rapero madrileño Franco Carter lleva una década aportando honestos miradores y ahora junto con el productor y MC sevillano Jeke Mamoneos (Toteking, Bad Gyal, Soto Asa, Pedro LaDroga) le han dado a oler al género un tubito de Vicks Vaporhub para refrescarlo y descongestionarlo de tendencias chapuceras a través de su nuevo álbum conjunto, “Los Sepulcros”, titulado así por un guiño a la misión del “GTA: San Andreas” en la que se libra un ajuste de cuentas entre bandas dentro de un cementerio que lleva el mismo nombre. Lo que late de fondo en “Los Sepulcros” es un canto combativo y de orgullo que apela a la gente normal que no se pasa de lista, a la sensatez y la cordura que está siendo ametrallada por vacíos señuelos. Como esa frase popular que dice que Dios está en los pucheros, Dios también está en la gente corriente.

Justo el año anterior de publicar “Rest Your Soles” con el productor Onthervn, Carter unió fuerzas con Esse Delgado para la creación del álbum “Sunday Truce”, en cuya portada había una paloma, símbolo de paz, mientras que en “Los Sepulcros” aparece esta vez un cuervo, que representa la oscuridad o reflexión, en definitiva, algo menos amigable. Y este es el gran matiz discursivo del proyecto: hay menos indulgencia y piedad que han sido reemplazadas por una actitud más radicalizada ante los intereses, los listillos de turno, los farsantes y la mediocridad, como cuenta en ese drumless de agudo tintineo pianístico que es “Rol Clave”: “A ese hijo de puta le va increíble / y hay que decir que es injusto”. En la grooviosa canción homónima: “Qué mierda me enseñas / vaya puta cochambre / no te salía a la segunda y ya te conformaste”. O cómo resume la injusticia en el alarido synth rock de “Rey en el Exilio” cuando rapea “Solo tienes huevos a quitar a los que tienen menos / vaya puto asco”. En la música de Carter el drumless le viene como anillo al dedo dado que la contundencia de las baterías es sustituida por la de sus frases, que se posan sobre acristaladas instrumentales ejecutadas con mimo por Mamoneos, creando un terreno de juego propio, en el que también dispara ácidamente y expone lúcidamente vergüenzas de este mundo: “La misma historia / solo han mejorao’ los gráficos” o “consigo fácil una 9 pero no un curro”, rapea en “Guetto Tie Bridges”. La sinergia entre el productor sevillano y el madrileño son asistencias mutuas de goles.

Un terreno de juego que está copado también por alusiones deportivas, en la canción homónima (“Comentando con el Jeke / Montes y Daimiel”), pasando por la respuesta del futbolista argentino Riquelme en 2010 con la que Carter abre “Rueda de Prensa 06”, hasta “Toca Touring Car” (“A veces me pasan por encima / como a David Seaman”), en la que ejecuta una ingeniosa metáfora entre el dolor y la vaselina que sufrió el portero inglés en el Mundial de 2002 a cargo de Ronaldinho. En el mundo de Carter el fútbol conversa con otras ramas culturales, “Te veo y Andy Warhol / vaya puto cuadro”, dice en “Guetto Tie Bridges”. O ese “Cartas desde la cárcel / Antonio Gramsci”, en “Chocar guantes”.

El videojuego Fallout, el expresidente fallecido Pepe Mujica, el actor Sidney Poitier… el rastro de referencias es casi insondable, y el orden muchas veces ilógico, lo que refuerza el factor sorpresa de la escucha. Como si fuera un videojuego, hay que volver una y otra vez para completar –comprender– el cien por cien del álbum porque en una escucha es misión imposible, por ello, la vida útil del disco es inmensa. Carter observa a su alrededor, suspira como diciendo “vaya telita el mundo que nos ha tocado”, y dispara: “A ese hijo de puta no le dejo que me eche una mano / a saber qué coño quiere luego”, en “Robo (Home Invasion)”. Las colaboraciones nacionales de Chef Cheeza y Hide Tyson, junto con las provenientes del otro lado del charco por parte de Luis7Lunes, Sison Beats, H de Perra, Sáez’93 y N Hardem ofrecen un elenco heterogéneamente homogéneo que aporta identidad en su justa medida sin riesgo de diluirse en localismos.

Otro tema recurrente son los estragos del venenoso dinero. “Desde que a uno le llegó platica / ya no se platica”, rima en “Toca Touring Car” o “A ti te he visto ganar 4 pavos de mierda y cambiar el discurso”, en “Barry”. Canción, por cierto, que empieza con una frase vitalista del mismo Barry White en la que dice que cree en que los hombres y mujeres puedan cambiar lo que está mal en el mundo. Es paradójico que un disco en el que se critican comportamientos humanos empiece de esta forma, pero quizás tenga sentido: solo se puede cambiar aquello en lo que se cree. Mission Passed, respect +.

 

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