Underdressed at the Symphony
Discos / Faye Webster

Underdressed at the Symphony

8 / 10
Don Disturbios — 03-03-2024
Empresa — Secretly Canadian
Género — Indie folk

Faye Webster pertenece a esa nómina de cantautoras estadounidenses que, pese a su solvencia contrastada a lo largo de cinco discos de estudio, no es muy conocida por estos lares. Sin embargo, las cosas deberían cambiar gracias a este delicado “Underdressed At The Symphony” pero, sobre todo, por su próximo paso por el Primavera Sound de Barcelona. Festival que tendrá sus detractores, pero al que nadie puede negarle su virtud por incluir artistas en su cartel que difícilmente pisarían nuestro país, y por los que nadie más apuesta. Al César lo que es del César.

Y es que estamos frente a una cantautora, nacida hace veintiséis años en el seno de una familia de músicos de Atlanta, que ha ido ganando confianza a cada disco que editaba, encontrando su propia voz dentro de los derroteros de indie-pop con una cadencia folk, suave y elegante, que se adapta como un guante a su aniñada y aterciopelada voz. Todo aderezado por el suave trenzado de una certera pedal steel -cortesía de Matt “Pistol” Stoessel- que logra crear unas atmósferas vaporosas y envolventes que convierten este disco en una de esas obras para disfrutar una lluviosa mañana de domingo con un humeante café con leche entre las manos. No en vano Faye Webster cuenta entre sus admiradores con músicos de la talla de Jeff Tweedy y Nels Cline de Wilco, con los que ha compartido escenario, y cuya influencia también se deja entrever en su música. Propuesta que la podrían llevar a incorporarse como la cuarta integrante de un súper grupo como boygenius sin desentonar nada en absoluto.

“Underdressed At The Symphony” es un álbum de madurez que recrea a lo largo de diez canciones las emociones puras y cristalinas que puede producir una ruptura y cómo superarla. Un disco de pocas florituras líricas que prefiere la reiteración del mensaje para que este acabe calando como un mantra. Así, canciones como la inicial “Thinking About You”, donde la influencia de la dupla Tweedy-Cline es más que evidente, consigue que la frase que da título al tema se grabe a fuego a lo largo de seis minutos de tema de apertura. Jugada poco habitual que remata con una excelsa continuación en un tema titulado “But Not Kiss” en el que el piano marca el paso de una canción que muestra la contradicción de un corazón roto con esas reiteradas frases que dicen: “Quiero dormir entre tus brazos pero sin que me beses, anhelo tu contacto pero no lo echo de menos, no quiero arrepentirme de nada esto”.

Sin embargo, Faye Webster también sabe romper el letargo al que puede sumirnos su música con temas como “He Loves Me Yeah!”o “Lego Ring”. Canción esta última en la que colabora su amigo desde los tiempos de instituto, el rapero Lil Yatchy, con una inesperada intervención final con la voz filtrada. Recurso que la propia Faye Webster tan solo utiliza en un tema titulado “Feeling Good Today”. Aunque, por lo visto, había  inicialmente muchas más canciones donde el auto-tune era protagonista, fruto de la influencia que la cantante virtual Hatsune Miku ha tenido en la música de la joven de Atlanta. Menos mal que fueron unas cuantas personas de su confianza las que la convencieron para que no abusara de ello, estropeando la pureza de su timbre y, como consecuencia, el álbum entero. Solo hay que escuchar una maravilla como la balada que da título al disco, con esa dinámica pura, por desgarradora, para darse cuenta de que, lo que Faye Webster atesora, vale quilates.

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