En una escena alternativa dominada por la melancolía de las guitarras y letras precarizadas, ELYELLA hacen un ejercicio de resiliencia para abandonar su oscuridad, y en consecuencia parte de su electrónica, para bailar una felicidad construida a base de empeño con “Lo más importante”. Desde la primera colaboración con Siloé “Podemos vencer”, dejan claro que ya han ganado, adelantando a sus demonios a la velocidad de la luz que desprenden, y despidiéndose de ellos con un abrazo en la pista.
Sus nuevos temas conjugan melodías progresivas, drops alegres, y sintetizadores dance para llevarnos a una euforia sana centrada en un mensaje que propaga la recuperación emocional a través del baile. “Tenemos la respuesta” afirman el mono (Él) y la artista de mirada oscura y pelo colorido (Ella) junto a Lori Meyers. En las pequeñas cosas a las que cantan en “Muchas vidas por vivir” con Merino encuentran el dogma de una fe necesaria para reescribir “Tu Nombre”, en colaboración con Love of Lesbian, cuando la tinta se emborrona y no puedes leerte con claridad.
Sorprende ver una faceta tan orgánica del dúo en temas como “Cuando Cerrar” junto a Iván Ferreiro, en la que exploran sus propios límites entre silbidos corales y cuerdas; aunque no por ello abandonan el house, imperante en temas como “Nadie lo podrá cambiar” con Elem o “Me falta tu voz” con Suu, que suena como si Robyn hubiese dejado de bailar sola para unirse a la liberación colectiva. ELYELLA encuentran en “Lo más importante” infinidad de fórmulas para hacernos sudar indie hasta la madrugada, aunque la que mayor éxito le ha propiciado es el himno pop “Que nada nos pare” junto a La La Love You. Temazo imprescindible de las últimas cuatro temporadas de festivales que les ha llevado a conseguir su primer disco de platino.
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