Brand New Rain

En la corteza del actual e inabarcable paisaje musical son muchas las propuestas que se pierden, simplemente por esa naturaleza desorbitada del presente, por mucho que se pretenda rescatar siempre el grano de la paja. En algunas ocasiones el soplo llega por una cercana peculiaridad, como es el caso de este dúo de origen vasco-francés, con tránsito neoyorquino que ahora queremos destacar. Dual Split son los hermanos Maia y Baptiste Ibar (comparten apellido con aquel famoso boxeador vasco que llegó a lo más alto para caer en lo más bajo, y con su sobrino, condenado a cadena perpetua sin terminar de aclararse su culpa). Además de músicos, son también otras muchas cosas, como pintores o artistas visuales, y ese carácter arty está rotundamente reflejado en este álbum.

"Brand New Rain" no es exactamente un inicio, publicaron dos álbumes antes, "A thank you" (2013) y "Fuel" (2015); en todo caso un reinicio una vez establecidos de nuevo en Iparralde tras la aventura americana que a Baptiste le llevó a formar parte del destacable grupo Here We Go Magic de Luke Temple. Y en esta vuelta a casa contactaron con otra pareja de hermanos, Johannes y Felix Buff (Rüdiger), que han colaborado en la producción, o la instrumentación de sintetizadores y batería, y que les ha llevado al sello Forbidden Colours de Aitor Etxebarria, hoy por hoy una garantía de alta calidad y sonidos finos asociados a la electrónica y el pop. No es para olvidar que en su lp anterior, más psicodélico, estuvieron en manos del histórico Peter "Sonic Boom" Kimble de Spacemen 3.

La verdad es que hay muchas capas, sonoridades y segundas intenciones en el nuevo disco (la entrevista en esta misma revista puede dar diversas pistas), desde el oscuro y onírico synth pop con voz procesada del arranque "Dreams", al soul digital y envolvente de su continuación "At least". El tema titular se abre a texturas electrónicas que orientan el devenir del álbum, en contraste con el impulso percusivo y una trompeta jazzy para volverse puro ambient experimental. En "One eleven" la música se derrite con la sensualidad del francés (hay dos temas en este idioma) y un ritmo electrónico obsesivo e hipnótico. Con "Biological" llega la dimensión mágica de un pop áreo y sutilmente concupiscente. Y aún hay otras cinco canciones más que invitamos a descubrir al lector, siempre entre vapores de dream pop electrónico, elegante y panorámico. "Brand new rain", en realidad sólo la primera parte de un binomio que tendrá una próxima continuación, fue concebido poco antes de la pandemia, y en cierta forma se posiciona como un bello tratado musical a la confusión, ansiedad e incertidumbre del mundo actual. El arte una vez más al rescate.