Days Are Gone

Para detectar billetes falsos hay quien usa rotuladores especiales, corta una esquinita, busca una banda metálica o directamente los pasa por una máquina delatora. Con la música no queda más remedio que fiarse del instinto. El mío me dice que las hermanas Haim son auténticas, que si suenan así no es porque estén pendientes de dónde está el huso horario de lo retro este año. Nadie les ha dicho que las armonías vocales de Wilson Phillips pueden ser reivindicables, que Stevie Nicks era una gran frontwoman más allá de esos pelucones y que con los discos ochenteros de sus padres se haría una sesión pintona en el local más moderno de la ciudad. O a lo mejor se lo han chivado, pero ya era demasiado tarde: las canciones de "Days Are Gone" las tenían muy claritas. También pulidas, porque cualquier estrella pop del momento, de Miley a Beyoncé, pagaría lo que fuera por este repertorio. Incluso a costa del presupuesto para coreografías. A falta de un perito que lo certifique, esto es lo más cerca que he estado en mucho tiempo de un disco perfecto.