Quizá en un país como este, en el que ni siquiera 40 años han bastado para que decenas (¿cientos?) de personas hayan de recorrer más de 1.000 kilómetros para ver alguna vez a Tom Petty fuera de una pantalla de televisión, haya que encajar con naturalidad que a Colman Gota se le siga ignorando sistemáticamente. No cejaremos en el empeño: podría decirse que el tercer álbum a su nombre (tras finiquitar a los fabulosos Insanity Wave) es posiblemente el mejor, pero tampoco importa demasiado cuando los dos anteriores también eran de notable alto.
Su alianza con el histórico Mitch Easter (R.E.M., Let's Active, Ken Stringfellow), con quien ha vuelto a grabar en Carolina del Norte, sigue funcionando a pleno rendimiento, y las pruebas rebosan: el riff canónico y el estribillo inapelable de “What Goes In My Mind”, las armonías vocales de “What You Want Me To Be”, la sombra de Tom Petty en “Never Lie” o celestiales chutes de vitalidad hechos canción como “One Mistake” o “Someday I'll Get It Right” elevan este álbum muy por encima del ejercicio de estilo. ¿Alguien dijo power pop? Pop eterno, sin ninguna fecha de consumo preferente, más bien.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.