Charcoal Grace

Después de unos años difíciles para la banda australiana, en los que no pudieron presentar en vivo su pasado disco de estudio “Rise Radiant” (20), y vieron cómo el guitarrista rítmico Adrian Goleby dejaba la banda en 2021, han sabido rehacerse a la perfección y buscar inspiración de una época difícil. Los de Brisbania se han exprimido al máximo y han creado uno de los discos más completos de su carrera, por no decir el más completo. El sexto disco de estudio es una representación maravillosa de la difícil época que les ha tocado vivir últimamente.

“Charcoal Grace” comienza con una increíble pieza de diez minutos titulada “The World Breathes With Me”, una oda a la esperanza y a la decadencia dentro de la rareza que han supuesto estos últimos años, en los que se perdió la fe en la humanidad y a la vez han aflorado nuevas formas de ver el mundo. Hay muchas referencias a la situación que vivió la propia banda en esta época, con lo que los cambios durante la canción acompañan esa evolución de sensaciones a la perfección. Después dan un giro en el ambiente con un temazo en toda regla para darle un poco al headbang con “Golem”, sin dejar de lado esas partes con una atmósfera emocionante que tanto caracterizan a la banda.

A continuación, la guinda del pastel: una suite titulada igual que el disco, dividida en cuatro partes que hablan sobre la relación entre un hijo y sus padres, y de varios temas como la responsabilidad humana, o la necesidad y el valor del perdón, según cuenta el guitarrista Sam Vallen. Estos veinticuatro minutos diría que son lo mejor que han hecho los australianos en toda su carrera. Una montaña rusa de emoción en la que transmiten muchísimas sensaciones de un modo muy medido y que va evolucionando a la perfección. Los riffs y las melodías que nos regalan durante este viaje dentro del disco son de un nivel altísimo, al igual que la maestría con la que controlan los momentos, como podemos observar con las transiciones entre “A World Without” y “Vigil”, y entre esta última y “Give Me Hell”. Lección de cómo pasar de una atmósfera caótica y emocionante, a una de absoluta calma.

Para ir cerrando el disco, tenemos tres temas algo más íntimos y menos agresivos, aunque con esto no quiero decir que no haya momentos potentes ni mucho menos. Que valgan como ejemplo los riffs brutales –del minuto 03:46– del último tema del disco, “Mute”, canción con la que cierran con grán maestría este disco, teniendo muchas semejanzas con el primer tema, cerrando así el círculo.

Caligula 's Horse nos tienen acostumbrados a discos de gran nivel, pero sinceramente no esperaba esto, sobre todo por los altibajos que han sufrido estos últimos años. A nivel individual, todos están a un nivel abrumador, pero destaca el trabajo en las voces. El vocalista Jim Grey muestra el enorme rango que tiene, desde falsetes, hasta growls y voces muy agresivas a las que no nos tiene nada acostumbrados. Un disco con serias papeletas de ser uno de los mejores álbumes de prog metal de este 2024.