Nu Delhi
DiscosBloodywood

Nu Delhi

6 / 10
Adriano Mazzeo — 05-04-2025
Empresa — Fearless Records
Género — Metal

En su camino por dejar atrás su comienzo como curiosidad de internet, Bloodywood da un paso que confirma su estatus de banda “real” con sus composiciones propias en las que se evidencia la necesaria búsqueda de un sonido propio.

“Nu Delhi” de entrada ofrece un obvio juego de palabras entre la ciudad de origen de la banda y el género que mayormente ocupan, aunque irónicamente, el grupo se hizo viral por sus interpretaciones condimentadas de banghra y otras formas de folk indio.

El contenido del álbum hace honor a su título y la banda del guitarrista Karan Katiyar y el feroz vocalista Jayant Bhadula ofrece un sonido completamente salvaje y bastante menos adosado de influencias de raíz, si lo comparamos con su disco debut, “Rakshak” de 2022. De este modo la placa gana en coherencia (en el sentido occidental de la palabra, que por supuesto no es necesariamente bueno) pero pierde color.

Las influencias que dejaban mostrar en su disco debut (Slipknot, Linkin Park) siguen siendo muy claras y la banda solo despega de esa etiqueta (de la que en realidad tampoco les interesa despegar) en contadas ocasiones, como cuando suenan las percusiones y coros de “Dhadak”, el tercer tema del disco en el que por primera vez podemos notar que lo que suena es una banda de India y no del profundo EEUU.

De inmediato aparece una de las joyas aquí presentes y que representa una suerte de cumbre de metal asiático: “Bekhauf” con frenético e incentivador featuring de las japonesas Babymetal, hace que la nota de “Nu Delhi”, levante considerablemente. Un tema caótico, veloz, delirante y furioso como un plano secuencia del centro de Tokio (o de Nueva Delhi) en doble velocidad.

Afortunadamente “Kismat” si ofrece un claro sabor local en su intro y puente, aunque este se desvanece apenas aparece un enroscado riff a la Megadeth y luego más o menos lo de siempre, un coro emotivo, algo de rap, etc. Y aunque la banda vuelva a la carga con lo folklórico en el agresivo primer single “Tadka” (ahora sí la percusión a base de tashas marca la diferencia) en el que ofrecen un tributo a la especiada y aromática cocina de su país, persiste la sensación de que la banda podría hacerlo aún mejor. Quizá por ahora no tenga sentido pensar que Bloodywood serán capaces de hacer un equivalente a lo que Sepultura hizo con el metal y la música brasileña en “Roots”, pero algo en su profesionalismo, tozudez y entusiasmo hace pensar que su disco consagratorio aún está por llegar. çç

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