Bajocero X, a quien hemos entrevistado recientemente, lleva años sacando canciones: empezó con “Venga, va” y “Cerca”, se llevó a su terreno temas tan distintos como “Mi carro”, “Me colé en una fiesta” o “Nunca estoy” con versiones muy personales, y se fue centrando en lo urbano con “Bomberos” o “Dispárame”. Todo esto teniendo cero formación musical y pocos medios. De manera autodidacta ha ido aprendiendo sobre producción y composición, y publicando todas estas canciones. Lo cual hace aún más meritorio lo que ha conseguido en el que es su debut en largo, este “DESQUICIADO”.
Dani López Suárez cuenta que el disco nació en un momento complicado de su vida, de mucho caos, dolor, desarraigo y enfado con Dios, y con su propia espiritualidad. Muchísimas emociones que, en lugar de negar y de tratar de sumergir, decidió dejar que le atravesaran. De hecho, decidió convertir este disco en una reivindicación de esa intensidad que podemos tener, y que solemos ocultar, quizás –como comentó en una entrevista reciente– por asociación a lo femenino. La espiritualidad se ve tanto en el uso de voces blancas y de música sacra, como en un registro más melódico del que nos tiene acostumbrados (el ejemplo más claro es “Puertas al campo”, pero está presente en el disco de otras maneras), y también en las letras. Porque se pueden usar muchas alegorías para expresar lo mismo, pero escoger 'como el ciervo desea / como el ciervo desea / como el ciervo desea los manantiales de agua / así te desea mi alma' (“el ciervo”) tiene desde luego esa conexión.
La espiritualidad y el punto melódico conviven con la intensidad que hemos mencionado, y con temas como la adicción, el sexo y el dolor. Y esa misma intensidad se refleja en la forma: “DESQUICIADO” está lleno de estructuras cambiantes y contrastes entre géneros. Desde ese “Devy Shetty” por el que pasan beats de reggaeton oscuro, las voces blancas, drill, trance y hasta un piano house, a ese acercamiento al trap electrónico a lo Albany en “Encuentra a tu dios”, pasando por la Bajocero's Version (citando a su favorita Taylor) de “El Gato Montés”, hasta el acústico corte final que mencionamos antes.
Aquí caben incluso un interludio de una conversación con su abuela y otro gritando durante casi un minuto, y absolutos temazos como “3 noches sin estrellas”, “La noche nunca acaba”, o las ya conocidas “no me acuerdo de nada” y “CATAЯATA”, cuyos beats nos despistan de un contenido bastante más amargo, que a veces consigue apañárselas para parecer tierno (como ese “vendería mi cuerpo a esos cerdos / pa que a ti nada te falte” de “Con la mano en alto”). El gusto por los opuestos y la montaña rusa que es el disco supone uno de los puntos fuertes del artista, junto con su interpretación vocal; quizás por sus pinitos previos como actor, Bajocero X es capaz de mostrarse chulo, inocente, gracioso, agresivo, épico, sensual o vulnerable en distintos momentos de este trabajo. Y, a veces, en distintos momentos de una canción.
En definitiva, “DESQUICIADO” es uno de los debuts más estimulantes de los últimos años, y señala a Bajocero X como alguien a quien no deberíamos perder la pista, con mucho talento, mucha pasión por lo que hace y mucho arrojo para superar el miedo de ir más allá.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.