Blue Rev
Discos / Alvvays

Blue Rev

8 / 10
Sergio Ariza — 10-10-2022
Empresa — Polyvinyl Records
Género — Indie rock

Los canadienses Alvvays vuelven con el mejor disco de su carrera, "Blue Rev", tras un parón que se hizo infinito desde su segundo trabajo, "Antisocialites", publicado en 2017. Claro que ese parón tan largo no ha sido a propósito, la banda ha vivido un cambio de formación; con Abbey Blackwell y Sheridan Riley reemplazando a Brian Murphy y Phil MacIsaac en el bajo y la batería respectivamente; además de sufrir el robo de unas demos en la casa de Molly Rankin, por no hablar, de una pandemia que les impidió tocar juntos durante un tiempo.

Pero el largo parón solo parece haberles afectado para bien, sus grandes cualidades siguen ahí, melodías burbujeantes cubiertas de guitarras eléctricas y una pizca de melancolía, de sentimiento otoñal si quieren, pero que ahora suenan más urgentes, más densas y más ruidosas que nunca, quizás gracias a la aportación del productor Shawn Everett, conocido por sus trabajos con The War On Drugs o Alabama Shakes. Claro que también tienen la mejor colección de canciones de su carrera, algo que ya dejaban entrever los cinco maravillosos avances que habían publicado, “Pharmacist”, “Easy On Your Own?”, “Belinda Says”, “Very Online Guy” y “After The Earthquake”.

El resto del álbum está a la altura de ellos quedando uno de esos discos maravillosos que suenan a grandes éxitos, con canciones llenas de esas melodías irresistibles que parece que siempre han estado ahí, pero que es tan difícil conseguir. Además, a esas melodías se le suma la brillantez de las letras de Rankin, y es que hay cierto tipo de compositor de gominolas pop que se conforma con eso, con escribir ese gancho melódico inolvidable para luego emborronarlo con un cliché tras otro, pero este no es el caso, Rankin es una escritora inteligente, ya sea escribiendo sobre una relación rota, su adolescencia, sobre esos listillos de Internet que viven en línea o sobre esa madalena de Proust, en forma de bebida para adolescentes, que es el título del disco.

Y no, a pesar del enorme nivel que tienen estas canciones ninguna llega a la absoluta perfección de “Archie Marry Me” (aunque “Easy On Your Own?” se queda bastante cerca), pero este "Blue Rev" supera claramente a sus dos anteriores trabajos, dejando claro que esta banda es uno de los claros líderes de toda la camada indie actual, ya sea pop o rock.

“Pharmacist” comienza el disco con los amplis al 11, supurando distorsión, el giro hacia el shoegaze parece evidente, con la voz y la melodía luchando por imponerse al enjambre de guitarras. Luego aparece, como el sol amaneciendo, la espectacular “Easy On Your Own?”, una maravilla que vuelve a jugar con la fórmula del fuerte/tranquilo de los Pixies, logrando con un puente genial una excelente transición al estribillo final que suena todavía más glorioso. Hasta en la canción más jangle de todo el disco, la preciosa “After The Earthquake”, Alec O’Hanley se lanza con un solo a la yugular en los últimos momentos de la misma, mientras Ranklin sigue cantando otro estribillo capaz de iluminar la cara de los fans de los Smiths y los R.E.M. de los 80.

“Many Mirrors” es puro Alvvays, una melodía magnífica, guitarras jangle, aunque ahora más punzantes, y una Ranklin demostrando la enorme fuerza de su voz, sobre todo al final de la misma ¿Sexto sencillo del disco? Podría serlo a la perfección, aunque también podría serlo la urgente “Pomeranian Spinster”, en la que hasta la dulce voz de Ranklin suena tan cortante como el solo final de O’Hanley. Y es que lo increíble de este disco es que el nivel de todas las canciones es increíble. Hay muchos grupos que suenan así, pero muy pocos con este nivel compositivo.

En “Very Online Guy”, en cuanto entra la voz de Molly, suenan a los Stereolab más inspirados, y luego está ese puente que es lo mejor de la canción, aquí cambian los sintetizadores por las guitarras pero el resultado sigue siendo igual de brillante. Mientras que “Tom Verlaine” se debería haber llamado Kevin Shields, tal es la huella de su técnica de guitarra en esta canción, “Belinda Says”, en cambio, no va sobre la compañera de Shields en My Bloody Valentine, Bilinda Butcher, sino sobre Belinda Carlisle, la cantante de las Go-Go’s. Esta canción podría haber funcionado como tema country rock pero la banda no la lleva por ese camino sino que le mete distorsión shoegaze, luego; tras un parón completo, mientras que Lanklin canta eso de "moving to the country, gonna have this baby, see how it goes, see how it grows"; vuelven las guitarras y el estribillo principal, resplandeciente, pero todavía queda un maravilloso cambio más, lo que da como resultado otra maravilla casi a la altura de un “Letter From An Occupant” de The New Pronographers.

“Bored In Bristol” también comienza con unos sintes que dan paso a un bajo y la etérea melodía de Ranklin, es la más dream pop del disco. “Lottery Noises” comienza de ese mismo modo, aunque más pausada, hasta que entran las guitarras y la batería para darle el filo a otra canción que destila melancolía y deja otra gran frase de Ranklin "Now that you'rе around (I want you to take a shot) Take another look (I won't shoot you down)", en un final cada vez más anárquico. El final del disco llega con “Fourht Figure"·, un tema que parece salido de la banda sonora de Twin Peaks.

Habrá quien piense que seguir buscando sacar pepitas de oro de una fórmula tan manoseada como la de las melodías más pop unidas a guitarras afiladas es una pérdida de tiempo, algo anacrónico en 2022. Pero un disco que se abre con un trío de canciones tan grandes como “Pharmacist”, “Easy On Your Own?” y “After The Earthquake” demuestra que ni la fórmula está agotada, ni este es un disco cualquiera, y si a alguien le parece que escribir melodías tan adictivas como esas, con textos que no suenen estúpidos, es algo tan fácil que coja una guitarra y se ponga a ello, el mundo le estará esperando.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.