Los diez años que cumplió el Weekend Beach Festival de Torre del Mar el pasado fin de semana coinciden con esa década de explosión social de los festivales de música y que muchos llevan vaticinando su apagón casi el mismo tiempo. Pues bien, el Weekend, uno de los estandartes de ese fenómeno estival que conjuga música, ocio y vacaciones para toda la familia musical del país, brilló del 10 al 12 de julio a la luz de esas velas que soplaron cerca de 90.000 asistentes.
En estos diez años, esa gran familia weeker ha crecido, pero el festival malagueño sigue cuidando que nadie se quede en casa, gracias a una propuesta artística que repartió un equitativo trozo de tarta para cada uno de sus miembros. Desde el único concierto en Andalucía de Estopa, pasando por el regreso de Kase.O, el derroche emocional de Rozalén, la energía incombustible de Kaiser Chiefs o la vibrante presencia de artistas como Lori Meyers, Lia Kali, Nil Moliner o Kapo, el festival ofreció un recorrido sonoro por esas músicas populares de ayer y hoy.
Y si hablamos de familia, este Weekend fue el de los hermanos. Principalmente los hermanos Muñoz. David y Jose, se presentaron como los grandes animadores de la fiesta -y que nos perdonen otros hermanos como JavyPablo y Morochos, que también se trajeron su flamenquito y su desparpajo al Weekend-, fueron el plato estrella de la edición con el que ha sido su único y coreadísimo concierto en Andalucía. Estopa supo tocar la fibra desde los primeros acordes de "Tu calorro", a un público entregado que no paró de cantar ni un instante mientras se sucedían éxitos como "Cacho a cacho", "La raja de tu falda", "Vino tinto" o "Como Camarón", capaces de teletransportarnos a todos a aquel verano del 97, a una “tarde tonta y caliente de esas que te quema el sol la frente”. Mención especial a la gran Conchi Heredia. Y sí, el concierto estuvo a la altura de aquellos con los que a finales de siglo irrumpieron en una escena que desde entonces empezó a mirar hacia sus raíces.
Estopa fueron sin duda el broche de oro de la jornada final del festival, colándose incluso en el directo siempre amable (pero con carácter) de Rozalén para cantar a tres bandas "Vivir" y plasmar la foto del cumple. María derrochó corazón para abrir de par en par la "Puerta violeta" y crear esa sintonía casi mágica con el público que se da muy pocas veces. Aunque para conexión, la del show luminoso de Nil Moliner rebosante de alegría. Y si hay una banda que encarna ese sonido weekend forjado en estos años y que mezcla raíz andaluza y vanguardia, esos son los Derby Motoreta’s Burrito Kachimba. Entre los descubrimientos, para muchos fueron ese dúo a medio camino entre Granada y Málaga y a medio camino entre muchas cosas (hip hop, el trap, la sátira urbana y el pop experimental...) que conforman Pepe y Vizio. Sin duda las bengalas de una larga jornada de sábado en la que el Escenario Sunrise vivió su noche más internacional con sets de Antonio Hierro y Art No Logia, que dieron paso a nombres como Mahony, Hozho, Agents of Time y un gran cierre de la mano del dúo italiano Mathame, que alargaron el baile hasta el amanecer.
En una edición marcada por el paso del tiempo, la jornada inaugural constató que no pasan los años para animales del escenario como Ricky Wilson (Kaiser Chiefs) o incluso José Manuel Casañ (Seguridad Social). Kaiser Chiefs llegaron sobrados de energía y con un líder desatado los de Leeds tiraron de himnos para reventar el escenario Torremar Victoria. Aunque para himnos patrios los de Seguridad Social. Cuando José Manuel Casañ gritó "Chiquilla" todo el mundo se sintió con diez años menos, bueno unos cuantos más. "Quiero tener tu presencia" podría ser el claim de esta edición del Weekend Beach. Aunque a nosotros se nos quedó marcado ella, Faenna, ojito con la malagueña si empezamos ya a abrir otra década. En boca de muchos la actuación de los gaditanos Salistre. Mención para propuestas en el disparadero como los locales Corazón Inverso y los ganadores del concurso de bandas emergentes, La Taraská.

El viernes digamos que fue la noche de la excelencia. De los invitados de excepción. Entre todos y todas ella: Lia Kali, que repetía en Torre del Mar convertida ya en una estrella rotunda y auténtica. Su voz y su talento le preceden pero subió un escalón mas con show digno de una headliner. Cuerpo de baile, una banda de calibre y ese relato audiovisual en las pantallas la colocó en el foco de un día con nombres propios como el de Kase O, una de las vueltas más esperadas o por supuesto, Lori Meyers con otro de esos conciertos sin fisuras. Si había que brindar por estos diez años de Weekend Beach ese momento llegó con "Emborracharme". El colombiano Kapo, fue el último cabeza de cartel en confirmar su asistencia a la fiesta y no le vino grande el escenario, ni a él ni a su alter ego inflable. "Aloh Aloh", "Ohnana" o "Uwaie" fueron coreadas por una audiencia que colapsaba los dos escenarios. Sin embargo en el territorio urbano nos quedamos con De la Rose , la malagueña brilló con una actuación íntima, intensa y llena de matices, combinando fuerza emocional con una presencia escénica hipnótica. Junto a esto, por el escenario Sunrise desfilaron Rodrigo Toré, Abdon, Karretero, Esther Bronchal, Brenda Serna, Dexphase, Adrian Mills y Shlömo.
Todos ellos fueron la guinda de un festival que en estas diez ediciones ha sonado a rock, pop, electrónica, hip hop, ritmos latinos, mestizaje, fusión, sol, arena y espuma de mar. Diez años marcados por nombres propios como Offspring, Sepultura, Black Eyed Peas, Ska-P, Wiz Khalifa, Residente, Bastille, Nicky Jam, Becky G, The Prodigy, Maluma, David Guetta, Nada Surf, Skrillex, Vetusta Morla, Bunbury, Rosendo, Steve Aoki, Europe, Mora, Hardwell... Diez años rodeados de amigos como Los Delinqüentes, La Pegatina, Miguel Campello, La Mala, SFDK, La MODA… Diez años de hermandad. Y a por diez años más.

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