Rompiendo moldes
Conciertos / Sónar

Rompiendo moldes

8 / 10
Joan S. Luna, Sergio del Amo, Ernesto Bruno y Darío García Coto — 18-06-2018
Empresa — Advanced Music
Fecha — 16 junio, 2018
Sala — Fira de Barcelona
Fotografía — Hara Amorós

Sábado 16 de junio
La jornada del sábado día suele ser la más incómoda para quienes han aguantado el día anterior en toda su extensión. Pero hubo grandes momentos y, como cada día, algunas decepciones. Lo que está claro es que quizás fue una de las jornadas más variopintas que se le recuerda al festival. Así, uno podía pasar del rap de nueva generación de Rels B a unos Maribou State que, sobre el escenario, perdieron parte de la magia que atesoran en estudio. Si en discos como “Portraits” sus canciones son pura clase, la puesta en escena en el Village tuvo algo de demodé que no acabo de encajar a esas horas del día. También parecía que Lory Money quedaría algo fuera de lugar, pero no fue así. Quienes asistieron a su actuación –con repetición de hits incluida- se lo pasaron en grande y no hubo queja posible si uno sabía a lo que iba. Otro de los conciertos destacables del sábado día fue el de Nathy Peluso. La argentina afincada en Madrid ha crecido exponencialmente como artista desde que la escuchamos por primera vez. Ahora tiene las cosas claras y tanto ella como nosotros sabemos hacia qué terreno dirige su material. Tampoco podemos olvidarnos de la sobresaliente puesta en escena del espectáculo compartido entre Pina y Gnomalab, música y visuales con alta carga política en pura combustión. Esperemos que lo recuperen en otras ocasiones, porque la cosa tiene miga, tanto en la parte musical (puro ruidismo industrial) como en lo visual (Gnomalab bordó un discurso audiovisual que encajaba a la perfección con el trabajo de Pina). (EB)

Una vez en los escenarios nocturnos, fue una lástima llegar a los compases finales del italiano de nacimiento madrileño de adopción Bawrut, sobre todo después de su efectivísima sesión del año pasado en la jornada de día. Allí le disfrutamos muchísimo, así que sirvan estas líneas para reivindicarle de nuevo. El caso es que, como muchos otros, llegamos poco antes del inicio del concierto de James Murphy y su banda. Si la posición nos lo permitía, a la izquierda del escenario podíamos ver un inmenso reloj que cronometraba la duración del concierto. Murphy no quería que ocurriese lo de su anterior visita, en la que se pasaron de frenada y se les cortó el sonido. Lo que sí se repitió con respecto a aquella actuación de LCD Soundsystem es que los neoyorquinos volvieron a convencer con su rock bailable y dinámico. En esta ocasión se unían también al repertorio varias piezas de “American Dream”, su disco de retorno del pasado año, que fueron distribuyéndose a lo largo de, principalmente, la segunda mitad del setlist (“Call The Police”, “Tonite”, “How Do You Sleep?”, “Oh Baby”), decantando la línea del show un punto más hacia el post-punk (de ahí que recuperasen “Yr City’s A Sucker”, que encajó a la perfección). Por tanto, la fiesta no fue tan alocada como de costumbre, aunque nadie va a poder negar que enloquecimos, y mucho, con ese inicio arrollador con “Get Innocuous!” y “You Wanted A Hit”, extendidas a placer y ejemplos perfectos de cómo el rock puede acercarse a la electrónica y crear crescendos que le dejan a uno sin respiro. A partir de ahí cayeron desde una “Movement” –que desgraciadamente sonó a rayos- a una final “All My Friends” que echó el cierre a una hora y cincuenta minutos de concierto de una banda en la que cada elemento es imprescindible y en la que cada detalle suma. (JSL)

Call Super justo antes de Thom Yorke, uno de los más esperados de la jornada, ofreció un dj set de puro techno que supo a gloria. La técnica del británico puede que no sea la más espectacular, pero hubo momentos como cuando sonó “My Friend Is Taking Drugs” de Ragged Life que provocó que el escenario Club se viniera abajo. A esas horas de la noche el público pide a gritos algo más contundente, y más cuando el cansancio ya aprieta tras muchísimas horas de festival. (SDA)

Tokimonsta ofrecía se presentaba con un espectáculo de visuales en directo y con ganas de patear culos, que dirían los más rockeros del lugar. Y lo consiguió en su nueva visita al Sónar. Combinó temas de su repertorio propio con logros ajenos, aunque la segunda parte de su show fue más duro de lo esperado. Emplazó sus canciones más melódicas durante la primera mitad salpicar de hip hop y g-house los minutos finales de su show. (JSL)

Thom Yorke

Thom Yorke

Lo cierto es que ver a Thom Yorke sobre los escenarios con sus aventuras musicales al margen de Radiohead le convence a uno de lo mucho que el británico disfruta haciendo música. Si cuando pudimos verle en Barcelona al frente de Atoms For Peace se le veía bailar, reír y saltar como nunca antes con Radiohead, en esta ocasión se le vio también disfrutar sin cortapisas. Claro que, con Nigel Godrich a la electrónica y con las fantásticas proyecciones de Tarik Barri respaldándole, podía sentirse libre para dejarse llevar. Los primeros minutos –con “A Brain In A Bottle” abriendo fuego- ya apuntaban de hacia dónde irían las cosas. Un espectáculo muy visual que provocaba excitación en el público dependiendo del tema que sonase. Porque no vamos a sorprender a nadie si decimos que, a las dos de la noche de un sábado de Sónar, la gente quiere fiesta. Yorke se la ofreció por momentos, pero su repertorio continúa siendo demasiado melancólico y lánguido (con espacio también para un par de cortes de los ya citados Atoms For Peace) para provocar la histeria colectiva. Al margen de eso, su actuación me pareció de un gusto increíble y cuyo mayor handicap fue que dos horas antes James Murphy hubiese pasado por el mismo escenario. (JSL)

Fátima al Qadiri se colocó un pelucón para presentar su último “Shaneera”, un EP que ha querido dedicar a las drag queens de todo el mundo. Sus visuales fueron de lo más efectivos (por momentos parecía simular un anuncio de perfumes), mientras que musicalmente su propuesta era del todo apocalíptica y oscuramente adictiva. Resultó lógico que, a mitad del directo, muchos decidieran escaparse a otros escenarios más hedonistas. (SDA)

Para cerrar una edición muy especial, el festival echó mano de un artista que nunca falla en el Sónar. Porque Laurent Garnier sí sabe cómo poner un buen broche final. El veterano Dj y productor, en su segunda sesión dentro del Sónar, se puso al mando de los platos del Pub durante cuatro horas con un set en el que coló desde la celebradísima “Rej” de Âme hasta “Street Dancer” de Avicii o su propia “Crispy Bacon”. Aunque uno de los momentos que muchos guardaremos en la memoria es cuando a las seis y media de la madrugada el “I Feel Love” de Donna Summer hizo acto de presencia. Las caras del público mostraban una sonrisa de oreja a oreja, así que eso ya lo dice todo. (SDA)

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