Un pequeño retumbar
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Un pequeño retumbar

8 / 10
Montse Galeano — 19-06-2025
Fecha — 18 junio, 2025
Sala — Razzmatazz 2, Barcelona
Fotografía — Montse Galeano

Siempre está bien poder decir aquello de “yo vi a tal por primera vez en Barcelona”. Da un cierto tipo de autoridad.. El pasado miércoles 18 de junio todos los presentes en la Razzmatazz 2 podrán sumar a su carnet de conciertos haber sido testigos del primer concierto de SiM en España. Haciendo un pequeño alto en su gira de festivales, los japoneses ofrecieron dos conciertos de distancias cortas en los que se pueden apreciar las tablas de una banda que lleva más de 20 años siendo referente en la escena nipona. No necesitan grandes despliegues para llenar el escenario: tres tarimas y un gran derroche de carisma.

La conexión es total. SiM mezcla géneros como quien cambia de marcha: metal, ska punk, algo de reggae, incluso rap, y todo fluye sin fricción. Una fórmula que dominan al milímetro y que tiene más sentido aún cuando se escucha en directo y lo comprobamos cuando empieza a sonar su último single “CHAMPIONS”, que suena a hit de estadio: infecciosa, coreable, con ese groove tan particular que hace que su mezcla de géneros suene no solo lógica, sino inevitable.

Aunque es fácil detectar ecos del nu-metal de los 2000 —sí, si uno afina un poco el oído, aparecen los fantasmas de Linkin Park, Papa Roach o incluso Limp Bizkit—, lo que les da su identidad es ese ADN local.. Son una banda nacida en la costa de Shonan, un lugar donde el reggae y la cultura surf conviven desde siempre con la energía del hardcore. Esa combinación improbable —y probablemente irrepetible— es la que termina de dar forma a su sonido, y sobre todo a su directo: energético, imprevisible, y con ese punto de descontrol medido.

Entre canción y canción, se permiten bromear y compartir. Cuentan que nunca han podido tocar en el Resurrection Fest (estas dos fechas entran dentro del Route To Resurrection) porque siempre les coincide con su propio festival en Japón, que llevan organizando desde hace 15 años. Pero el año que viene, dicen, lo harán en abril. La sala estalla. Solo con esa frase, ya huele a promesa de regreso.

El ambiente es recogido e intenso: grandes moshpits, pogos por todas partes, y una entrega total desde el minuto uno. Se nota que SiM está acostumbrado a aforos enormes, pero aquí se adaptan sin perder ni un gramo de intensidad. Lo demuestran también con momentos inesperados, como cuando alguien en el público muestra un cartel que dice “Play Baseball Mat”. La banda recoge el guiño, MAH saca un bate de béisbol y, después de tocar la canción, lo rompe en el escenario. Caos, aplausos, ovación.

También hay espacio para lo absurdo y entrañable: una persona le lanza una corbata al cantante. MAH se la mira, bromea en inglés: “Sé lo que quieres decir. Luce un poco barata, pero lo voy a intentar”. Se quita la suya, intenta ponerse la nueva, no consigue hacerse el nudo. Pero da igual. La gente ríe, él también, y el concierto sigue como si nada. Naturalidad absoluta.

Y cuando suena “The Rumbling”, el momento esperado —el tema que los hizo mundialmente reconocibles gracias a su aparición en el opening de "Attack on Titan"— la sala entera se ilumina con móviles alzados. No molesta. Él mismo lo dice: “Está genial que grabéis esto, pero no os olvidéis de disfrutar”. Un guiño más de una noche que se sintió especial.

60 minutos exactos. Ni más ni menos. Pero exprimidos al máximo. Nos fuimos con la sensación de que esto era solo el principio. Si lo que dijeron sobre el cambio de fechas de su festival japonés se cumple, es muy probable que volvamos a verlos el verano que viene en algún gran escenario. ¿El Resurrection 2025? Quién sabe. Pero si pasa, podremos decir que nosotros los vimos antes. Y eso siempre cuenta.

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