Canciones como confidencias

Antes de que el verano traiga consigo la novena edición del MUWI La Rioja Music Fest, el festival calienta motores con un ciclo de conciertos en formato íntimo y de sala. Bajo el título “MUWI presenta…”, cuatro bandas —Arizona Baby, The New Raemon, L.A. y Galerna— desfilan por el escenario de la Sala Fundición entre abril y junio, ofreciendo un sabroso aperitivo musical en plena primavera logroñesa.

La primera parada la protagonizó Arizona Baby el 18 de abril, con su reciente "Salvation". La segunda cita del ciclo fue la de The New Raemon, que volvía a Logroño acompañado por Leia Destruye, su hija y cantante de Mourn, en una velada marcada por la emoción generacional y el poder evocador de las canciones. El ciclo continuará con L.A., el proyecto de Luis Alberto Segura, el 22 de mayo, y culminará el 13 de junio con Galerna y su particular "Viaje a Roma", que mezcla literatura y música en doce capítulos sonoros.

En esa misma línea íntima y cercana que caracteriza al ciclo, la actuación de The New Raemon en la Sala Fundición el jueves 8 de mayo se convirtió en una de sus noches más personales. Ramón Rodríguez subió al escenario acompañado de su hija, Leia Destruye, en un concierto que supo más a confidencia que a espectáculo, envuelto en esa cercanía que solo se da cuando la música baja del pedestal y se convierte en conversación. Había espacio entre las sillas y también entre las canciones, que se deslizaron sin urgencia, como si cada una necesitara su propio aire. Pocos, pero atentos, los asistentes compartieron poco más de una hora de canciones que invitan más al asentimiento que al aplauso, al recuerdo más que al estribillo.

Entre anécdotas, Ramón recordó aquellos trayectos en coche con sus hijas, cuando en la radio sonaba todos los días la misma canción suya. Ellas, con la lógica impecable de la infancia, llegaron a la conclusión de que su padre solo tenía una canción. Años después, una de esas niñas, Leia, le acompaña ahora en el escenario, intercambiando miradas cómplices mientras interpretan temas como "Tú, Garfunkel", "La cafetera" o la delicada "Gracia", versión incluida en el álbum conjunto "Lluvia y truenos" con McEnroe. En ese contexto, también relató cómo en una ocasión, bloqueado con una canción propia en el estudio, se dejó llevar por una melodía ajena: "Te debo un baile", de sus paisanos Nueva Vulcano. Así nació su versión más conocida, sin intención ni cálculo, solo fruto de un atasco. El azar hizo su parte: la canción acabaría convirtiéndose en uno de sus temas más populares tras sonar en la serie Valeria, al punto de que muchos aún la identifican más con él que con sus autores originales.

A lo largo del concierto, The New Raemon volvió a demostrar que no necesita grandes gestos para conmover. Su lenguaje es otro: el de las pausas, el de las frases mínimas que se quedan rondando, el de las canciones que parecen escritas para alguien en concreto y, sin embargo, nos hablan a todos. Y así, sin fuegos artificiales, sin urgencias, con la calma del que ya no necesita demostrar nada, Ramón se despidió dejando una estela de acordes menores y recuerdos comunes. A veces, lo que parece un concierto pequeño es, en realidad, una conversación que sigue resonando mucho después de haber salido de la sala.