De actitud y riffs...
Conciertos / Ezpalak ...

De actitud y riffs...

8 / 10
MIkel González — 19-12-2022
Fecha — 15 diciembre, 2022
Sala — Jimmy Jazz Gasteiz, Vitoria-Gasteiz
Fotografía — Eider Iturriaga

Muy interesante era la doble propuesta en la sala Jimmy Jazz de Gasteiz, con Ezpalak y Rodeo desplegando propuestas bien diferentes pero con el denominador común de venir acompañados de dos discazos como la copa de un pino, “Hortz Aina Hots” (2022, Oso Polita) e “Hybris” (2022, Bonberenea Ekintzak) respectivamente.

Ezpalak fueron los encargados de abrir la velada, dando la razón a todos los que me habían avisado de lo tremendo de su despliegue en directo. Los de Zestoa son un vendaval de pura actitud, energía y hedonismo rockero capitaneados por la electricidad de un Juanjo Beasain devenido en frontman total. La evolución sonora del cuarteto también les ha sentado de maravilla, y aunque los ecos noventeros siguen ahí su acercamiento a propuestas como las de IDLES o Viagra Boys en sus momentos más desatados y divertidos les confieren una nueva dimensión, sin olvidar su querencia por unas melodías pop (aunque siempre bajo capas de lija y distorsión) que le sientan de maravilla a los temas de su último trabajo.

Mención especial también para Eñaut Gaztañaga, alma mater de la banda y cuyo despliegue guitarrero es para quitarse el sombrero siendo capaz de evocar destellos tanto de popes del noise como Sonic Youth, el indie soberbio de Fontaines D.C. o deflagraciones de puro punk hipermusculado. Si en disco ya me habían enamorado, tras presenciar su directo tan sólo puedo postrarme a los pies de una formación tremenda a la que aún no se le vislumbra techo. Grandes.

Con Rodeo tocaba cambiar de tercio y latitudes hacia ese desierto californiano que hace ya tres décadas nos regalara a Kyuss, una de las formaciones más especiales e influyentes de los años 90, y padres del difuso y heterogéneo género conocido como Stoner Rock. Con un nuevo disco como “Hybris” bajo el brazo, capaz de no moverse un ápice de los estándares del estilo pero al mismo tiempo brillar a golpe de temazos y un sonido superlativo, los guipuzcoanos defendieron a su reciente criatura sobre las tablas de la Jimmy Jazz desplegando de manera acertada su faceta más contundente y rockera.

A lomos de unos riffs capaces de tumbar paredes y una energía desbordante, por momentos cerca de QOTSA y en otros mirando de reojo a popes como Fu Manchu, Truckfighters o formaciones más recientes como Red Fang, el cuarteto nos regaló un señor bolazo a la altura de cualquiera de las bandas internacionales que se llevan los parabienes de crítica y público dentro del género. Todo un chute de energía rockera y riffs hipertrofiados que cerraron una noche fantástica corroborando que estamos ante dos de las bandas más pujantes de la escena sonora de Euskal Herria.

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