Example, algo se nos escapa

“¿Ya está?”. Azealia Banks salió al escenario del Mallorca Rocks como un huracán de fuerza ocho con merecido nombre de mujer. Le bastó poco tiempo para desplegar todo el potencial de su EP “1991” y demostrar entre contoneo y pose amenazadora que, con dos bailarines y unas bases pregrabadas, tiene al público en el bolsillo, aunque por su condición de hype algunos lo dudarán. Su boca escupía rimas a la velocidad de la luz; salvajes, divertidas, irónicas y fuera de tono. Seguro que más de uno ve en Banks –mujer, bisexual e insultantemente joven-, la esperanza del hip-hop, capaz de dar una patada en los mismísimos a tanto rapero forrado, rodeado de coches y nenas. Quizá por su condición de telonera, no quiso compartir ningún tema nuevo de los que darán forma a “Broke With Expensive Taste”, su tan esperado debut. Una pena, sí, aunque al menos dejó “212” para el final y a todo el público extasiado al borde de la piscina. Pasada media hora apareció Example, un verdadero ídolo de masas visto lo visto y cuya repercusión en el Reino Unido es infinitamente mayor que en nuestro país (ahora mismo su single junto a Calvin Harris se radia constantemente). Su particular mezcla de estilos puede resultar abrumadora, aunque los fans británicos semidesnudos estuvieran casi poseídos. Elementos rap, dubstep, de las boys bands, del pop de los ochentas y casi del maquineo de Pont Aeri, se suceden bajo las letras rapeadas de Elliot John Glave. Semejante combo podría prometer una noche interesante, aunque el resultado fuera más bien homogéneo y repetitivo. Está claro que hay algo que se nos escapa, quizá sea la cultura de clubbing de los ingleses o la devoción que sienten por artistas que difuminan la delgada línea que separa lo indie de lo mainstream. Sea como sea, el verano sigue dando guerra, con sonidos frescos y apabullantes llegados de costa a costa.