En Vivo Festival, el poder del hip-rock

En Vivo comenzó con unos atascos de dimensiones apocalípticas que no fueron impedimento para que se  rozaran los 65.000 personas por día.Y puede que la dificultad en el aparcamiento hiciera que el jueves llegaran todos a la vez para ver el final del concierto de los Suaves o el principio de Mago de Oz, estos últimos los inexplicables vencedores del día al menos para el que esto suscribe. Menos mal que los Bad Manners sí llegaron a tiempo para darnos un recital de ska a la vieja usanza y acabar con la fiesta pagana a patadas. También Foreign Begars dieron su toque gamberro al escenario tres con su hip hop festivo.
El segundo día muchos metaleros tuvieron que madrugar para ver a Angelus Apatrida en un horario totalmente injusto para la mejor banda de metal que tenemos en este momento. Ellos no se dejaron cegar por el sol e hicieron un concierto contundente, demostrando porqué son muchos los que opinan que pueden mirar cara a cara a cualquier banda internacional del género. Rosendo salió cuando ya caía el sol y dio otro recital de saber estar, repleto de clásicos y llevándose a la mayoría del público de calle. The Specials pusieron el toque de fiesta ska de la noche con un grandes éxitos más que elegante. The Toy Dolls (en la foto) eran esperados con absoluta devoción e hicieron un bolazo. Es muy curioso como la guitarra y la extraña voz de Olga, su cantante, han conseguido arrastrar a miles de fans al festival solo para verlos a ellos alzándose con la corona del día.
El viernes empezó con la espantada de Iam, por segundo año consecutivo en el En Vivo, en su lugar CPV hicieron un bolo que rondo entre lo brillante y lo ramplón en algunos momentos Sus rimas aguantan bien el paso de los años, pero de vez en cuando se nota que no pueden mantener la tensión de forma constante como antaño, algo que la noche anterior  Nach y Tote King si consiguieron a lo grande. Quizás a los madrileños les falta algo de rodaje, para volver a poner la apisonadora a punto. En el escenario Hip Hop no cabía un alfiler ninguno de los días y SFDK y Sho-Hai supieron rentabilizarlo haciendo que explotara durante la noche del sábado. Pero lo que realmente reventó de la jornada fue la valla anti avalanchas durante el concierto de Offspring. Setenta mil  personas en bloque haciendo pogo son demasiadas y la verdad es que fueron el único grupo capaz de vaciar el recinto y congregar en el escenario principal a casi todo el mundo. Claro que aunque su actuación  fuera un éxito y el público lo viviera a muerte, no fue un buen concierto. El set list era un corta rollos con continuos parones y arranques espléndidos que perdían gas en sesenta segundos. Me lo pasé genial y fue muy divertido ver como todo el mundo se volvió loco hasta límites peligrosos, pero objetivamente son un grupo que sobre un escenario deja bastante que desear, y es evidente que sobreviven gracias a unos temas brutales que arrasaron en la década de los noventa. Tiene guasa el tweeter que colgaron al finalizar el bolo http://twitter.com/#!/offspring Una pena que eclipsaran a  los conciertazos de Txarrena y Sober. Estos últimos con una extraña batucada en medio de su set a cuarto tambores entre Carlos Escobedo y Manu Reyes, su batería. Con semejante panorama Muchachito Bombo Infierno sudó mucho para intentar recuperar al público que se había acercado a verle a él y a un clásico como Kiko Veneno. Menos mal que la aparición en el escenario de Tomasito y los Delinqüentes subió la temperatura de la fiesta lo suficiente para devolver a la gente al escenario uno.  ¿Quién dijo que todos los grandes eventos tienen que ser indies?